El Papa ha respondido a la «amable carta» de felicitación que le envió el padre Adolfo Nicolás, general de la Compañía de Jesús. Pide «al Señor que ilumine y acompañe a todos los jesuitas, de modo que, fieles al carisma recibido y tras las huellas de los santos de nuestra amada Orden, puedan ser con la acción pastoral, pero, sobre todo, con el testimonio de una vida enteramente entregada al servicio de la Iglesia, fermento evangélico en el mundo, buscando infatigablemente la gloria de Dios y el bien de las almas». Además de este intercambio epistolar, y de la llamada telefónica que el Papa hizo personalmente al Superior de los jesuitas, al día siguiente de su elección, el Papa Francisco recibió, el 17 de marzo, al padre Nicolás en la Residencia del Vaticano, su residencia temporal mientras termina de acondicionarse el apartamento pontificio. «Hubo total sintonía en nuestra manera de sentir acerca de una variedad de temas que tocamos en la conversación, y quedé convencido de que trabajaremos muy bien juntos, al servicio de la Iglesia y en nombre del Evangelio», contó después el Superior de los jesuitas, en un comunicado. «El mismo Papa estaba a la puerta y me recibió con el abrazo con que nos solemos saludar los jesuitas», e «insistió en que le tratara como a cualquier otro jesuita, llamándole de tú», relató el padre Nicolás.
El Papa ha recibido también al rector mayor de los salesianos, don Pascual Chávez. Fue el 21 de marzo, y se trató de un encuentro distendido, en el que el Papa sacó a relucir asuntos como su condición de antiguo alumno de un colegio salesiano, o su afiliación al Club de Fútbol San Lorenzo, un equipo salesiano. Tras el encuentro, quedó abierta la posibilidad de que el Santo Padre visite Turín en 2015, con motivo del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco, el 24 de mayo, día de María Auxiliadora, a la que el Papa tiene gran devoción.