Gentes: Benigno Blanco, presidente del Foro de la Familia (en La Razón) - Alfa y Omega

Hace poco más de diez años, éramos uno de los países con más matrimonios y menos divorcios. Este triste vuelco responde a unas políticas públicas profundamente equivocadas que se consagran en la ley del mal llamado matrimonio homosexual y en la ley del divorcio exprés. Esta situación tiene arreglo: igual que leyes nefastas han ayudado a la destrucción del matrimonio, eventuales nuevas leyes que devuelvan al matrimonio sus rasgos naturales (heterosexualidad, apertura a la vida, estabilidad) volverían a hacerlo atractivo para muchos. ¿Existirán políticos capaces de plantear esta revolución?