COMECE pide a la UE que promueva una paz que respete la integridad de Ucrania
En una declaración pública con motivo de la reunión del Consejo Europeo la semana que viene, los obispos de la Unión piden que Ucrania sea admitido como candidato y que se inicien las negociaciones para la adhesión de Albania y Macedonia del Norte
Los obispos de la Unión Europea han pedido a los líderes europeos que «no cesen en sus esfuerzos» para poner fin a la guerra en Ucrania de forma que este país siga siendo «libre, seguro e independiente, dentro de sus fronteras reconocidas internacionalmente». En una declaración hecha pública este viernes, la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea reconoce que «una paz duradera solo será posible sobre la base de un acuerdo negociado». Pero «no se puede negar el derecho de Ucrania a la autodefensa legítima en línea con los principios del derecho internacional».
Este organismo, que engloba a los episcopados de la Unión, ha lanzado la declaración Europa, renueva tu vocación a promover la paz de cara a la reunión del Consejo Europeo, los días 23 y 24 de junio. En ella, se exhorta a los líderes europeos a que «renueven sus esfuerzos por la paz en Ucrania» e implementen «un proceso de ampliación de la UE creíble».
«La injusta agresión de Rusia contra Ucrania no solo ha traído un sufrimiento humano terrible al país y su gente, sino que también ha desafiado en gran medida la visión de un orden internacional basado en normas». Esta nueva realidad debería impulsar a la UE y a la comunidad internacional a dirigir sus esfuerzos a construir una nueva arquitectura de paz en Europa y en todo el mundo.
Estrategia integral de paz
Para ello, COMECE invita a elaborar una estrategia integral de paz para la UE, fundada en tres principios: construcción de la paz de forma preventiva, paz por medio de la justicia, y paz por medio de la seguridad. Dentro de sus propuestas concretas, anima a los Estados miembro a implicarse de forma responsable y colaborativa en la seguridad, desarrollando medios adecuados de defensa. Pero siempre bajo un estricto escrutinio público para que se cumplan los principios de proporcionalidad y de respeto a los derechos humanos, al derecho internacional y a los estándares éticos.
El episcopado europeo pide además, dentro del apartado de la promoción de la justicia, que se reconozca a Ucrania como candidato a la UE. Y que se abran las negociaciones de acceso con Albania y Macedonia del Norte, «en reconocimiento a los pasos que han dado» hacia la integración.
En el mismo sentido, se deben promover alianzas multilaterales y con todos los implicados para abordar adecuadamente desafíos como la «crisis alimentaria y energética, la reconstrucción de Ucrania, el cambio climático y una recuperación justa de la pandemia». Es también necesario «reducir la dependencia de regímenes no democráticos difersivicando las cadenas de suministros y asegurando su sostenibilidad y ética».
No basta el comercio
Los acontecimientos de los últimos años han demostrado que «la paz y la estabilidad no se pueden construir meramente sobre la base de los mecanismos de comercio e inversión», reflexiona el documento. Las iniciativas económicas por si solas no lograrán este objetivo si no se insertan en un marco más amplio para promover «una base común de valores y principios». En el pasado, la «indiferencia, la ingenuidad, la ignoracia sobre el verdadero significado de los valores fundacionales de la UE y la prevalencia de los intereses particulares, económicos o nacionales» han contribuido a políticas incoherentes. Y han impedido que «la UE se convirtiera en un actor más eficaz a favor del desarrollo y la paz».
La pandemia primero y la invasión de Ucrania después supusieron, para los obispos europeos, un cierto cambio. Alaban que «los Estados miembro fueron veloces en mostrar unidad para ofrecer asistencia a Ucrania y su gente y para afrontar la agresión rusa con medidas restrictivas sustanciales». Aunque matizan que aún no se ha avanzado lo suficiente en conseguir «un acuerdo sobre pasos más ambiciosos, que potencialmente implican sacrificios y adaptar nuestro propio bienestar».