Incendio en Leyre: «Nunca se sabe cuándo puede cambiar el viento, tendremos que esperar»
El monasterio de los benedictinos está de momento fuera de peligro, mientras la comunidad de monjes ha sido alojada por los jesuitas del vecino monasterio de Javier
«Estamos bien, porque hemos sido muy bien acogidos por los jesuitas de Javier. Mejor imposible», dice al otro lado del teléfono el padre Óscar Jaunsaras, prior de los benedictinos de Leyre. El monasterio navarro se ha visto amenazado estos días por un incendio que ha hecho aconsejar a las autoridades su desalojo por razones de seguridad.
«Debió ser un rayo que cayó hace dos noches y que prendió fuego al monte», explica el prior. «A mediodía vino la Policía y nos dijo que nos preparáramos por si fuera necesario abandonar el monasterio con urgencia, no tanto por el fuego como por el humo, y ya por la tarde tuvimos que salir corriendo», añade, relatando un traslado para el que tuvieron que contar con la asistencia de tres ambulancias para los monjes más mayores.
En ese interín se pusieron en contacto con los jesuitas del santuario de Javier, «y ellos nos han habilitado aquí unas celdas, una capilla y un comedor para nosotros. Se han portado estupendamente», explica el padre Jaunsaras.
Desde Javier, 22 monjes de Leyre –el abad y otros dos monjes más decidieron pernoctar en el monasterio– pueden observar este jueves la evolución del incendio, «pero el fuego no lo vemos, debe estar por otra zona de la sierra», explica. Por eso, aunque el edificio del monasterio está fuera de peligro, y «la cosa pinta mejor», en realidad «nunca se sabe cuándo puede cambiar el viento, tendremos que esperar».
En la zona exterior del monasterio se encuentra el paraje conocido como la fuente de San Virila, que tampoco se está viendo afectado por las llamas. De momento, «nos queda esperar a que la Policía nos indique cuándo podemos volver», concluye el prior.