La Iglesia espera que el 19J abra una nueva etapa en Colombia - Alfa y Omega

La Iglesia espera que el 19J abra una nueva etapa en Colombia

En la primera vuelta, la gente votó contra los partidos tradicionales. Sus reivindicaciones en torno a la falta de oportunidades siguen esperando respuesta

María Martínez López
Partidarios de Hernández en Malecón del Río (Barranquilla), el 8 de junio. Foto: Reuters / Charlie Cordero.

Colombia quiere un cambio. Hastío y frustración son dos de las palabras que se repiten tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 29 de mayo. «La gente votó contra los partidos tradicionales», por «rechazo a cómo se ha venido conduciendo el país». Es el diagnóstico de Ernesto Borda, miembro de la Comisión de Conciliación Nacional.

«La implementación integral de los acuerdos de paz tendría que ocupar aún a varios gobiernos»
Héctor F. Henao
Pastoral Social

La corrupción generalizada y la «sensación de que el sistema no responde» han generado «un problema de credibilidad de las instituciones», explica Héctor Fabio Henao, obispo responsable de la relación entre la Conferencia Episcopal Colombiana y el Estado. «Hay que cambiar esa mentalidad política propensa a aceptar la ilegalidad». Según Borda, esto ha dado alas a Rodolfo Hernández, empresario y exalcalde de Bucaramanga (capital del departamento de Santander). «Un outsider que salió de la nada» y se presenta como contrario al establishment, pero sin propuestas radicales como Gustavo Petro, exguerrillero y representante del «populismo de la izquierda latinoamericana».

Se ha comparado a Hernández con Trump por sus críticas a los políticos convencionales y por ser «un empresario de éxito», además de «explosivo y con un lenguaje inapropiado». Pero para Borda «no es un radical de la derecha». Aunque no ha desarrollado mucho su programa, «votó sí al plan de paz» y está abierto a negociar con el ELN. Además, «apoya las energías limpias». Como alcalde «supo armar equipos de trabajo y rodearse bien». A pesar de varias polémicas, su gestión fue bien valorada.

Petro con un pañuelo a favor del aborto, en el Debate Feminista del 2 de junio. Foto: Efe / Carlos Ortega.

Al cierre de esta edición, las encuestas los situaban en empate técnico, muy dependiente del voto en blanco. Por eso, aunque la Iglesia aplaudió la gestión del recuento en la primera vuelta y la aceptación general del resultado, tanto Borda como Henao temen que una victoria ajustada pueda generar violencia, después de una campaña (como la de las legislativas de marzo) marcada por el aumento de las agresiones y el juego sucio.

Reuniones con los candidatos

La Iglesia ha intentado combatir este ambiente. Además de los habituales llamamientos a un voto responsable, promovió con el Consejo Nacional de Paz y otras entidades el Pacto por una política pacífica, incluyente y sin discriminación, que firmaron todos los candidatos. Henao explica que «es fruto de los acuerdos de paz con las FARC, que dicen que se debe caminar hacia un pacto nacional por la reconciliación».

Además este obispo, junto con la presidencia del episcopado, se ha reunido varias veces con los candidatos. Buscaban construir «mecanismos de acercamiento», desde la idea de que «sus propuestas políticas pueden perfeccionarse». Para ello, les han hecho llegar «los mensajes de los territorios y las comunidades más afectadas por la crisis humanitaria», como la región del Pacífico, y por la pobreza extrema.

«Ambos candidatos están de acuerdo en temas críticos para la Iglesia, como el aborto»
Ernesto Borda
Consultor

No en vano, junto a la corrupción, la otra clave de la «crisis de legitimidad» es el «problema de desconexión entre los dirigentes y la sociedad». En mayo del año pasado, la situación explotó con una oleada de manifestaciones, en ocasiones violentas. Henao aceptó acompañar el diálogo entre el Gobierno y el Comité Nacional del Paro, que acabó en junio de 2021 sin ningún avance. Aunque valora el esfuerzo, «quedaron sin resolver las grandes aspiraciones de la gente relacionadas con la economía, la falta de empleo y oportunidades educativas», y de perspectivas de futuro para los jóvenes. Esto «ha marcado bastante al país».

El también responsable de Pastoral Social espera poder continuar el diálogo con el nuevo Gobierno. Subraya que lo ocurrido el año pasado y en estas elecciones han abierto una nueva etapa con más participación de los jóvenes, las mujeres y los grupos étnicos, y hay «una gran necesidad de transformaciones de fondo». Borda coincide en que la agenda política se está abriendo a nuevos temas, en un escenario de «posconflicto» tras un acuerdo de paz con las FARC que «ya nadie ataca». «La gente se aburrió tremendamente de esa polarización».

Colombia
Población:

49 millones

Primera vuelta:

54 % de participación: 40,8 % de votos para Petro y 28 % para Hernández

Empleo:

25,8 % de paro juvenil y 46,8 % de empleo informal