Cristóbal Déniz: «La propuesta cristiana es valiosa para un mundo polarizado»

Conoce la diócesis. ¿Es una ventaja?
Deseo que sí. Quiero contribuir en primer lugar a servir al obispo diocesano. Quiero seguir siendo instrumento de comunión, de escucha y de animación alegre de la vida pastoral.

¿Tiene alguna prioridad pastoral?
Estamos inmersos en la fase de consulta diocesana del Sínodo. Se ha decidido que sea un instrumento de escucha y planificación del proyecto pastoral de la diócesis en los próximos años. Esta resultando una experiencia fecunda de implicación de personas y de trabajos en grupos. Ojalá pueda favorecer la conversión sinodal a la que nos invita el Papa y aporte otros bienes como una identidad cristiana más sólida y comunitaria de todos y un proyecto de Iglesia en salida, que llame la atención en nuestra sociedad, necesitada de propuestas alegres y convincentes.

¿Alguna otra?
Otro tema relevante es potenciar la dimensión pública de la fe cristiana y las propuestas sociales que emanan de ella. Son propuestas muy valiosas y necesarias para un mundo polarizado y en el que parece que no hay alternativas al modelo imperante de autonomía absoluta de las personas en todos los ámbitos. Es un tema importante para vigorizar la estima de los creyentes en la sociedad actual y para contribuir a la disminución de tantos prejuicios acerca de lo que significa ser cristiano hoy en aquellos que están lejos de nuestras posiciones.

Fue vicerrector del Seminario. ¿Hay alguna explicación al descenso de vocaciones al sacerdocio?
Estamos en una sociedad con grandes cambios y en la que la experiencia religiosa tiende a quedar relegada. Sin embargo, acontecimientos como la pandemia hacen que muchas personas busquen cimientos más estables y esperanzadores como los de la fe cristiana. Es cierto que la iniciación cristiana en los últimos decenios ha tenido dificultades para una recepción positiva y comprometida, y este tema es de mayor incidencia en el mundo juvenil. Pero hay crecientes demandas de trascendencia y de cultivo de la dimensión espiritual ante los vacíos y decepciones de propuestas muy seductoras que no responden a las inquietudes profundas de las personas.

Canarias ha recibido en los últimos años a miles de migrantes. ¿Cuál ha sido el papel de la Iglesia?
Ha sido muy activo en la ayuda integral: alimentación, aseo, hospedaje, aprendizaje de la lengua española, orientación jurídica e, incluso, acompañamiento espiritual.

El Gobierno canario ha dicho que se encuentra desbordado en la gestión de los menores migrantes. ¿Cree que debería haber un reparto equitativo entre regiones?
En Canarias no se ha entendido la negativa del Gobierno nacional a que los migrantes pudieran ser enviados a otros territorios, generando en un primer momento sentimientos de miedo y alarma por el número alto de personas que llegaban, que en muchos casos vivían en las calles. Gran parte eran menores. La situación se ha ido reconduciendo, aunque es verdad que no hay una salida satisfactoria con los menores. La solidaridad entre las regiones y la búsqueda de la equidad y la justicia en la resolución de los problemas son valores importantes para garantizar la cohesión social y el bienestar en un país.