Marcha por la Vida: «Estamos en un momento crucial y debemos dar respuesta»

«No nos podemos conformar y acostumbrar a esta situación de agresión creciente a la vida humana que llevamos viviendo en España desde hace décadas», ha afirmado Alicia Latorre, presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, durante la presentación de la Marcha por la Vida que tendrá lugar este domingo en Madrid.

Más de 500 asociaciones y entidades civiles nacionales e internacionales reunidas en la plataforma Sí a la Vida convocan de nuevo, después de dos años sin hacerlo por la pandemia, a la sociedad civil española para salir a la calle.

«La lucha por la vida no es solo cosa de un día. Es muy doloroso y triste comprobar esta situación que lleva ya 36 años de aborto legalizado en España y que supone cada vez más un avance de la agresión a la vida en España», dijo Latorre en referencia a la ley de eutanasia, a las inminentes reformas de la ley del aborto y del Código Penal, y a la creciente persecución de la objeción de conciencia de los profesionales médicos.

Para Álvaro Ortega, presidente de Fundación +Vida, «hay cada vez más motivos para la movilización», y al mismo tiempo que «crece el clamor en la sociedad por todo lo que está aconteciendo» en el panorama legislativo actual. Según Ortega, «estamos en un momento crucial y debemos dar respuesta».

La directora general de la Fundación RedMadre, Amaya Azcona, consideró en la presentación del evento que «después de tanto tiempo cuidando de nuestra salud y de nuestra vida», por la pandemia, «ahora es momento de salir a la calle con fuerza, para recordar a los que no están ya con nosotros y celebrar la vida de todo ser humano desde el principio hasta el final».

En relación a la convocatoria, el director del Foro de la Familia, Javier Rodríguez, señaló que «cada año somos más», y destacó que «la juventud viene muy fuerte clamando en defensa de la vida». Rodríguez concluyó defendiendo que «queremos una sociedad en la que no se discrimine a nadie y que nadie sea perseguido por los poderes públicos, porque, más que acoger a los más vulnerables, parece que los empuja a escoger la muerte para solucionar sus problemas».