Cerro Chaves visita la misión toledana en Perú
«Tenía muchas ganas de venir aquí desde hace dos años, cuando vine a Toledo. Para mí era una deuda que tenía con todos vosotros», afirmó el pasado domingo Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo, en la catedral de Moyobamba (Perú), la prelatura que la Santa Sede tiene encomendada pastoralmente a la diócesis española.
El obispo primado de España ha estado una semana visitando los distintos territorios de la misión peruana, donde en la actualidad trabajan 15 sacerdotes diocesanos.
Cerro Chaves quiso comenzar su recorrido por esta zona de Perú cercana a la capital, Lima, dirigiendo una tanda de ejercicios espirituales a todos los sacerdotes toledanos en la misión. También pudo conocer de primera mano los seminarios mayor y menor, así como las diferentes parroquias de la zona y el centro de acogida de personas enfermas Sembrando Esperanza. «Me ha llamado mucho la atención la vitalidad de estas iglesias y la entrega de los misioneros, su dar la vida, y esto, tanto los sacerdotes y la vida consagrada como los laicos, todos entregados a dar la Buena Noticia para los pobres. Es una maravilla verlo», dijo el prelado. Por eso, para el arzobispo de Toledo, esta implicación misionera de su diócesis en Perú supone «un beneficio para todos».
Cerro Chaves fue volcando todas sus vivencias del viaje en sus redes sociales (@Obispofcerro), en las que subrayó que «estas iglesias están siempre esperando nuestra ayuda, empezando por la oración y siguiendo con la colaboración económica». Por eso, el prelado recalcó que «tenemos que ser muy generosos con ellos». «Aquí hay muchas personas dando la vida por llevar a Jesucristo, y con Él, todo lo que conlleva de desarrollo, salud y cultura. Una diócesis que tiene alma misionera es una diócesis que tiene presente y futuro», aseveró.