Barómetro The Family Watch: se desploma la salud mental de los jóvenes tras la pandemia
El 34 % de los jóvenes reconoce acudir al psicólogo por los problemas emocionales vividos a partir del confinamiento. Las adicciones digitales, el aislamiento y la educación online, principales causas
«Los menores de 30 años son los que más han sufrido y están sufriendo las consecuencias emocionales de la pandemia», ha destacado la directora de GAD3, Sara Morais, durante la presentación durante la presentación del XI Barómetro de la Familia que The Family Watch ha realizado este lunes en Madrid.
Según Morais, después de unos meses en los que para las familias «el objetivo principal ha sido sobrevivir a la crisis», ahora se están dejando ver consecuencias más profundas, cómo el hecho de que «ocho millones de personas, el 20 % de la población en España, ha necesitado ayuda psicológica, lo que ha hecho aumentar el consumo de ansiolíticos». Este fenómeno está siendo especialmente reseñable entre la población más joven, pues según el estudio el 34 % de los jóvenes reconoce acudir a un psicólogo para solventar los problemas emocionales derivados de la pandemia.
Para la directora de GAD3 –encargada de realizar el estudio para TFW, en base a 600 encuestas telefónicas a hogares españoles realizadas en el mes de diciembre–, son los jóvenes los que han recibido «el mayor impacto», debido a la necesidad de seguir la educación de manera online, al aumento de las adicciones digitales y al aislamiento forzoso «en un momento clave para su desarrollo personal».
Además, en esta franja de edad «se ha disparado el consumo de alcohol y también el de la pornografía», este último un problema «que ya está aquí y que debemos afrontar aunque nos cueste hablar de él». De hecho, el 69 % de los entrevistados piensa que el confinamiento ha provocado que se acceda más a contenidos para adultos en la red, por lo que Morais pidió «regular su acceso para los segmentos más jóvenes de la población», algo para lo que solicitó «la colaboración de las compañías telefónicas y de servicios de Internet».
En línea con este fenómeno, María José Olesti, directora de The Family Watch, señaló que el aumento de las adicciones digitales se está afianzando con fenómenos como «el regalo del primer móvil a los 12 años de media en España», lo que contribuye a un acceso a las redes sociales «que preocupa a muchas madres y padres, por su uso excesivo, por el riesgo de sobreexposición de la imagen de sus hijos y por la incapacidad de estos para poder filtrar contenidos inapropiados».
En este sentido, Olesti llamó la atención sobre «la imagen hipersexualizada» que transmiten muchas influencers, por lo que demandó «cambios en la publicidad a la que pueden tener acceso los menores» y la búsqueda de entornos digitales «más seguros» para ellos.