Misiones Salesianas y Juan Antonio Simarro, juntos por los niños encarcelados en condiciones injustas
El compositor organiza un concierto de Navidad en beneficio de la campaña Inocencia entre rejas. Músicos desde los 8 hasta los 80 años tocarán «para ayudar a jóvenes que no han tenido las mismas posibilidades que nosotros»
El Auditorio Nacional de Música de Madrid acoge el 22 de diciembre un concierto del compositor Juan Antonio Simarro cuyos beneficios irán destinados a la campaña Inocencia entre rejas, de la ONG Misiones Salesianas.
Simarro, autor de numerosas composiciones y de las bandas sonoras de varias películas, así como colaborador de artistas como Alejandro Sanz o Julio Iglesias, interpretará su famosa Sinfonía nº1 por un mundo mejor.
Esta sinfonía, elegida para el concierto del 75 aniversario de la UNESCO en España, surgió cuando hace diez años Simarro renunció a giras internacionales y a varios trabajos en televisión «para crear una obra con la que poder cambiar el mundo a través de la música».
Así, su sinfonía consta de cuatro movimientos «en los que abordo los derechos humanos y hago un homenaje a la gente que sufre en el mundo y también a los que hacen que este sea mejor». Parte de la obra ya pudo escucharse a principios de este año en un concierto benéfico organizado por Mensajeros de la Paz, y ahora se ofrece completa en el evento organizado por Misiones Salesianas.
«Yo estudié con los salesianos y me hizo mucha ilusión que me llamaran», dice Simarro, que reconoce que «les debo buena parte de mi vocación musical: yo no era muy buen estudiante y me animaron a esforzarme prometiéndome entrar en sus grupos de música si aprobaba las asignaturas. Por eso creo que la motivación en el campo de la educación es fundamental».
En esta nueva representación de la Sinfonía nº1 por un mundo mejor, los asistentes al Auditorio Nacional podrán ver en acción varias orquestas, varios coros y varios directores. «Va a ser muy participativo –confirma el compositor–. Será bonito ver músicos desde los 8 años hasta los 80, de ambos sexos, estudiantes y jubilados…, todos unidos para ayudar a jóvenes que no han tenido las mismas posibilidades que nosotros».
De este modo, el 100 por 100 de lo recaudado por las entradas de este concierto –entre los 10 y los 20 euros– irá destinado a la campaña de Misiones Salesianas que ayuda a los niños y jóvenes en diferentes países encarcelados en prisiones de adultos, muchas veces con motivos insuficientes y sin garantías judiciales.
«La música no es algo palpable pero es emoción, una palabra que etimológicamente alude al movimiento –dice Juan Antonio Simarro–. Lo que nos emociona es lo que nos mueve, por eso espero que al salir del concierto la gente se sienta movida a mejorar las relaciones con quienes tienen más cerca. Creo que si esto ocurre, será el inicio de un mundo mejor».