Fundación Madrina: «Nunca hemos dejado tirada a ninguna mujer»
La asociación, que lleva «luchando 21 años por sacar adelante madres y niños», sale al paso de las declaraciones de la diputada Carolina Pulido, de Más Madrid, que dijo que «lo único que hacen es preparar una canastilla»
El Ministerio de Igualdad ha abierto el proceso para reformar la ley del aborto, once años después de su aprobación, con una consulta pública en la que puede participar quien quiera hasta el 12 de octubre. El objetivo es tener un borrador listo en el mes de diciembre que ponga fin a los obstáculos que, según sostienen desde el ministerio, dificultan el acceso al aborto en nuestro país.
La reforma también busca crear un registro de profesionales sanitarios objetores de conciencia y garantizar que los abortos se practiquen en la sanidad pública. Además, la norma prevé derogar la obligación de que las jóvenes a partir de 16 años cuenten con el consentimiento de sus progenitores para interrumpir su embarazo.
Este martes, el Pleno del Ayuntamiento Madrid aprobó una resolución que pide retirar las subvenciones a entidades que acosen a mujeres que quieren abortar, propuesta que ha salido adelante apoyada por PSOE, Ciudadanos y el grupo mixto, con el voto en contra de PP y VOX. Concretamente, Más Madrid propuso en el Consistorio la creación de en la capital de una llamada «zona de seguridad» en el entorno de los centros abortistas, con el fin de evitar el «acoso» a las mujeres que quieran entrar para abortar.
«Está todo orquestado, pero es fenomenal, porque nos lo ponen en bandeja para que más gente sepa lo que hacemos», dice desde el otro lado del teléfono Conrado Giménez, presidente de la Fundación Madrina, en respuesta a la alusión a su asociación que hizo el martes Carolina Pulido, diputada por Más Madrid, en el pleno del Ayuntamiento de Madrid, en la que aseguró que «lo único que hacen es preparar una canastilla a la mujer embarazada, con unos biberones y unos pañales, pensando que con eso va a sobrevivir la madre al día siguiente de haber parido».
«Ha hablado de nosotros sin conocernos», dice Conrado Giménez. «Vienen a decir que dejamos abandonadas a las madres, cuando en realidad es todo lo contrario. Llevamos 21 años luchando por sacar adelante madres y niños en situación de pobreza y vulnerabilidad. Nunca las dejamos tiradas a su suerte tras haber decidido no abortar, y les damos opciones como nuestros pisos de acogida, o la posibilidad de empezar una nueva vida en los Pueblos Madrina».
Conrado defiende que en su fundación «trabajamos por la infancia y la maternidad vulnerable». Además, «somos los que más vidas salvamos y más recursos ofrecemos. Damos a las mujeres salidas que la misma Administración no da. Por eso es incomprensible que vayan contra nosotros».
Para atestiguar la labor de la Fundación Madrina están las propias mujeres, que señalan que lo que ha dicho la diputada de Más Madrid «es mentira», afirma el presidente. «Curiosamente —añade Conrado Giménez—, son las propias mujeres las que nos dicen que las clínicas las llaman varias veces después de que deciden no abortar; yo mismo he visto el registro de nuestras madres acogidas, con multitud de llamadas desde las clínicas. Se ve que preocupa perder clientes. Dicen a las madres que si no abortan van a perder el trabajo, van a descuidar al resto de sus hijos… ¿Eso no es acoso?».