Segundo sacerdote secuestrado en Camerún en lo que va de año

Liberan al sacerdote secuestrado este domingo en Camerún

Según ha informado la diócesis de Mamfe, en el sudoeste del país, no se ha pagado rescate

Redacción
Agbortoko Agbor, el sacerdote secuestrado el domingo en Camerún. Foto: Fides.

Julius Agbortoko Agbor, vicario general de la diócesis de Mamfe (Camerún) ha sido liberado en la tarde de este martes. El sacerdote había sido secuestrado el pasado domingo en el seminario mayor nada más llegar de una visita pastoral. Aunque los secuestradores exigían un rescate de 20 millones de francos cameruneses, unos 30.500 euros, la diócesis ha explicado que no se ha pagado nada.

«Damos gracias a Dios por mantener a salvo a Julius Agbortoko Agbor durante su cautiverio y nos lo haya traído sano y salvo», afirma el padre Sébastien Sinju, canciller de la diócesis camerunesa en una declaración enviada a Fides. Además, agradece la oración de tantas comunidades cristianas «que estuvieron a nuestro lado unidas en oración».

Una decena de víctimas

No es el primer secuestro de un representante de la Iglesia en la región anglófona de Camerún. El 22 de mayo, el padre Christopher Eboka, director de comunicaciones de la diócesis, fue secuestrado por separatistas y liberado diez días después, el 1 de junio.

Ya en 2018, entre noviembre y diciembre, los separatistas capturaron a cuatro religiosos claretianos y su chófer y a Michael Miabesue Bibi, entonces obispo auxiliar de Bamenda, en el noroeste, y actual obispo de Buea, en el suroeste. En junio de 2019 le ocurrió lo mismo al ahora arzobispo emérito de Bamenda, Cornelius Fontem Esua. Y dos meses después a George Nkuo, obispo de la diócesis de Kumbo.

El cardenal Christian Tumi, arzobispo emérito de Douala y principal mediador de la crisis anglófona, corrió la misma suerte los días 5 y 6 de noviembre del año pasado. Estos hechos tuvieron consecuencias en la frágil salud del anciano pastor, que falleció el 3 de abril a los 90 años.

Desde 2017

El conflicto en la región anglófona de Camerún tiene su origen en el descontento por el incumplimiento de las condiciones en las que en 1961 la región Sur del Camerún británico votó unirse al Camerún francés como un estado federal. En 2016, las fuerzas gubernamentales reprimieron duramente una serie de protestas de abogados y maestros anglófonos.

La situación escaló hasta que en octubre de 2017 una coalición de secesionistas no violentos declararon la independencia de lo que llamaron Ambazonia. Pronto se sumaron a este movimiento 15 grupos armados, por la acción de líderes desde la diáspora. Sus acciones, y la respuesta del Gobierno, han dejado más de 4.000 civiles muertos, 700.000 desplazados internos y 64.000 refugiados en Nigeria.