Los obispos cubanos: «El pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades»
El régimen dirigido por Díaz-Canel está intentando parar las protestas con detenciones de manifestantes, periodistas y algún sacerdote
Continúan las protestas en Cuba —sin precedentes desde los años 90— contra el régimen que lidera el presidente Miguel Díaz-Canel, una situación motivada por la realidad económica y social del país y ante la que los obispos han reaccionado invitando a «no incentivar la situación de crisis», sino a «la escucha, la comprensión» y la tolerancia.
«La violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana que costará mucho trabajo superar», subrayaron el lunes en un comunicado.
«Nos preocupa que la respuesta» a las reivindicaciones sociales «sea el inmovilismo», que en vez de resolver los problemas los prolonga, subraya la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba. «Se camina hacia una rigidez y endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos».
«El pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades, anhelos y esperanzas y, a su vez, a expresar públicamente cómo algunas medidas le están afectando seriamente», reivindican los obispos. Antes, reconocen que el Gobierno «ha tratado de tomar medidas para paliar las dificultades».
La solución a los problemas, concluyen, no llegará «por imposiciones» ni llamando a la confrontación, continúa, «sino cuando se ejercite la escucha mutua, se busquen acuerdos comunes y se den pasos concretos y tangibles» para construir la sociedad con la aportación de todos los cubanos.
Detenciones de periodistas y un sacerdote
Como respuesta a las protestas, el régimen ha intensificado las detenciones de manifestantes, periodistas e incluso sacerdotes. Especialmente relevantes fueron las capturas del padre Castor José Álvarez, puesto en libertad este lunes con signos de violencia; de dos periodistas católicos, miembros de la asociación Signis, Manuel Rodríguez y Leonardo Manuel, todavía en paradero desconocido, y de Camila Acosta, periodista cubana que ejerce como corresponsal del diario ABC.
Según ha contado el sacerdote de Camagüey Ronaldo Montes de Oca a la agencia católica italiana SIR, también ha sido detenido un seminarista en Matanzas —Rafael Cruz, de 26 años, que fue sacado de su casa en la mañana del lunes—, así como grupos de manifestantes entre los que hay muchos militantes católicos.
«Lo que puedo decir es que vi manifestaciones totalmente pacíficas, mientras que la represión fue violenta y vi a muchas personas golpeadas por agentes y fuerzas del Gobierno. Condeno cualquier tipo de violencia y respeto a cualquier persona que salga a la calle para expresar lo que piensa. Es un derecho humano. Pero aquí se reprime violentamente a quienes ejercen la libertad de pensamiento», añade Montes de Oca.
El sacerdote siente que en este momento tiene el deber «de rezar mucho, de consolar y de acompañar, dentro de los límites de mi misión, a los que son víctimas de la represión». Y concluye: «Muchos tienen miedo, pero el miedo no puede ser la respuesta a la situación cubana. La capacidad de escuchar es necesaria. Espero un camino de paz y reconciliación para todos».
El Movimiento Cristiano de Liberación pide elecciones
Por su parte, el Movimiento Cristiano de Liberación (MCL) ha emitido un comunicado en el que reclama al Gobierno de Cuba que «reconozca y garantice la libertad de expresión y asociación, libere a los presos políticos y anule las leyes represivas contra la libertad, reconozcan y garanticen los derechos económicos, así como el derecho al voto».
«Celebren elecciones con todas estas garantías. Hágase justicia, demande el pueblo sus derechos y terminará la agonía infinita. ¡Ahora la libertad!», concluye.
A estas peticiones se ha sumado la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), que ha expresado su solidaridad al pueblo cubano «en su lucha por ejercer libremente sus derechos y por lograr los cambios necesarios para vivir una vida más humana y más digna».
En este sentido, ha pedido al Gobierno cubano que «escuche la voz del pueblo», atienda «sus legítimas demandas» y no acuse a la protesta «de representar un plan extranjero». «Nadie la convocó, nadie la está liderando. El estallido social es una reacción genuina, espontánea, y auténticamente popular», ha añadido.