La reorganización de parroquias en Barcelona «no es una propuesta a la baja, es para evangelizar mejor»
El arzobispado de Barcelona agrupará sus 208 parroquias en 48 comunidades pastorales. Estarán más especializadas y coordinadas, «y el objetivo es prestar un mejor servicio», asegura uno de los responsables de la comisión que ha elaborado la propuesta
Este fin de semana saltaba a los medios de comunicación la noticia de que la diócesis de Barcelona habría decidido el cierre de 160 de sus 208 parroquias para conservar tan solo 48. En un comunicado hecho público este lunes, el arzobispado califica esta información de «completamente falsa», porque «se cercenaría drásticamente la presencia evangelizadora y social».
«Cada vez se hace más difícil que todas las parroquias puedan ofrecer todos los servicios», afirma a Alfa y Omega Antoni Matabosch, uno de los tres miembros de la comisión que está trabajando en la propuesta de reestructuración parroquial de Barcelona.
Esta propuesta –que ya se ha presentado a diferentes niveles diocesanos antes de que el arzobispo diocesano tome la decisión definitiva– incluye agrupar todas las parroquias de la diócesis en 48 comunidades pastorales de entre tres y seis parroquias cada una, con el fin de facilitar una mejor coordinación y una adecuada especialización de cada una de ellas.
Así, sería posible en cada zona de la diócesis «una iglesia central con más peso, que sea el centro de la comunidad y a cuyo alrededor haya parroquias y templos que se especialicen. Una podría estar más dedicada a jóvenes, y otras a acogida de inmigrantes, por ejemplo. Eso nos permitiría evangelizar mejor y prestar un mejor servicio. No es una propuesta a la baja, sino que queremos dar nuevos ánimos a los párrocos y a la gente», asegura Matabosch.
Por eso, «no se trata de cerrar parroquias, aunque está previsto que algunas, quizá menos de diez, se cierren», añade. Pese a esto, esta remodelación no supone «un retroceso pesimista o derrotista. Al contrario, hemos remodelar para evangelizar mejor, con más coordinación y con una mayor especialización».
A la hora de realizar este estudio, que ha ocupado a la comisión un año y medio de trabajo, «hemos estado en contacto con diócesis francesas, alemanas y belgas, y también con la diócesis de Milán, cuyo modelo es interesante porque tenemos muchos elementos en común». «Nosotros no hemos descubierto nada», añade, «porque el proceso de secularización afecta a toda Europa y ya hay muchas diócesis que tienen que tomar decisiones».
Debido a este fenómeno, Matabosch piensa que la reestructuración de las parroquias es también «el futuro» de muchas diócesis españolas, «aunque quizá no con este mismo modelo. En este tiempo he hablado con curas de otras diócesis y ya se plantean cosas parecidas. El otro día vi una noticia de un párroco que llevaba 40 parroquias; eso no puede ser, tenemos que pensarlo bien. Hay párrocos en Barcelona con miles y miles de fieles. Muchos van al límite», reconoce.
En este sentido, Matabosch anima a los laicos a ser «más corresponsables. El Derecho canónico permite muchas posibilidades para esto».