¿Os suena esta declaración grandilocuente?: «En esta empresa, lo importante son nuestros trabajadores». ¿O esta otra?: «Lo importante para nosotros son las personas». Pensáis que se dice de verdad y, sobre todo, se actúa de manera coherente con estos principios?
En prácticamente todas las empresas que se consideran «ideales para trabajar» existen programas para que sus empleados sean cada vez mejores profesionales: masters, seminarios de liderazgo, cursos de idiomas, trabajo en equipo, cómo hablar en público, fianzas para no financieros, técnicas de venta, coaching… Y eso está fenomenal. Ser mejores profesionales nos ayuda a ser más competentes, poder acceder a mejores puestos, tener mayor responsabilidad, ganar capacidad de influencia, ganar más dinero… Ya, pero hay cursos para ser mejores personas?
Parece como si eso de ser mejores personas te tenga que venir ya puesto de nacimiento. Alguien ya se encargó en su momento de que lo seas: tu familia, tu colegio, la Universidad, la Parroquia… Y si quieres seguir progresando, pues acude a una de esas instituciones, pero no a la empresa. La empresa está para capacitar mejores profesionales, lo demás corre de tu cuenta.
¡¡Qué miopía!! Cuándo se darán cuenta las empresas de lo valioso que es invertir no sólo en formar mejores profesionales sino también mejores personas. De que cuanto mejor nivel de personas se tiene mejor es la última linea de la cuenta de resultados; sobre todo, en el largo plazo, ahora que se habla tanto de sostenibilidad…
Y la empresa son sus líderes. O sea, nosotros. Pues a qué estamos esperando!!