Welby y Nichols critican a Boris Johnson por recortar la ayuda internacional
En un artículo conjunto en el Evening Standard, el primado anglicano y el presidente de los obispos católicos de Inglaterra y Gales denuncian que se «hagan cuadrar las cuentas cargando el peso sobre los más pobres»
En un gesto poco frecuente, los líderes de la Iglesia católica en Inglaterra y Gales y de la Iglesia de Inglaterra han unido fuerzas para pedir, desde un periódico, que el Gobierno inglés rectifique sus recortes a la ayuda al desarrollo. Una decisión que califican de «profundamente preocupante» y una «promesa rota».
Justin Welby, arzobispo de Canterbury y primado de la Iglesia anglicana, y el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, usaban este lenguaje contundente en una carta abierta firmada por ambos en la publicación vespertina Evening Standard. «Hacer que cuadren las cuentas cargando el peso sobre los más pobres del mundo no es aceptable», subrayaban.
Los recortes en la ayuda a Yemen y a otros países en crisis están «haciendo un daño real», afirman. Mantener este apoyo es una cuestión de «moral», por lo que «Gran Bretaña no debe pasar de largo frente a nuestros hermanos necesitados».
6.000 millones de euros menos
Esta carta es una respuesta al anuncio del canciller de Hacienda del Reino Unido, Rishi Sunak, de que la inversión en ayuda internacional quedará 3.400 millones de euros por debajo del objetivo legalmente vinculante del 0,7 % del producto interior bruto. Según afirma el propio vespertino, es muy inusual que los dos principales líderes espirituales del país entre en una cuestión con tanta carga política. Pero ellos justifican este paso en cómo la pandemia ha demostrado que los destinos de los distintos países del mundo está interconectado.
Afirmar que el Gobierno recuperará estas ayudas solo «”cuando la situación fiscal lo permita” es profundamente preocupante, y sugiere que actuará contraviniendo un objetivo que es legalmente vinculante. Esta promesa, hecha repetidamente durante la pandemia, se ha roto y debe ser restaurada». Los recortes en la ayuda al desarrollo se suman a unos 2.500 millones de euros más de descenso por la pérdida de PIB.
Críticas conservadoras
El artículo de ambos arzobispos ha fortalecido a un grupo de políticos conservadores que se oponen al recorte. Andrew Mitchell, exsecretario de Desarrollo Internacional, que se ha puesto al frente de este grupo, se ha felicitado por que ambos «se hayan unido al ex procurador general conservador» y a otras figuras relevantes.
«Nuestra reputación internacional de abordar la pobreza está siendo destruida» por estos recortes «ilegales» y «sin conciencia», que afectarán por ejemplo al sostenimiento de mujeres y niños durante una hambruna, añade. «Esta es la imagen de la Bretaña global que estamos permitiendo que se vea en todo el mundo».
Para Tobias Ellwood, presidente del Comité Selecto de Defensa, «los beneficiarios inmediatos de los recortes a los programas humanitarios del Reino Unido serán los reclutadores de Hizbulá, Al Shabab, Boko Haram, el ISIS y otros grupos terroristas y milicias armadas». Además, China y Rusia no perderán tiempo en «llenar el vacío», lo que les hará ganar influencia internacional. «Es un extraordinario acto autolesivo debilitar así nuestra defensa».
«El Reino Unido es el único país del G7 que está recortando en ayuda» internacional, ha añadido el parlamentario Anthony Mangnall. Y ello, a pesar de ser el que acogerá este junio la cumbre del organismo.