Semana Santa 2021: «Va a ser como si lloviera todos los días» - Alfa y Omega

Semana Santa 2021: «Va a ser como si lloviera todos los días»

Por segundo año consecutivo, la pandemia ha acabado con la mayoría de las procesiones de Semana Santa, «pero esto nos purifica y ayuda para centrarnos en lo esencial», explican desde la CEE. La excepción es Valladolid

José Calderero de Aldecoa
La Semana Santa de Sevilla se vivirá de forma íntegra en el interior de los templos
La Semana Santa de Sevilla se vivirá de forma íntegra en el interior de los templos. Foto. J. M. Serrano.

Lejos queda ya aquella Semana Santa en la que nos fabricamos nuestros propios ramos con todo lo que teníamos por casa o en la que vivimos el Triduo Pascual desde el salón. Ahora ya no estamos confinados, pero la situación actual dista mucho de poder ser considerada como normal. «Nos toca, por segunda vez consecutiva, celebrar la Semana Santa en circunstancias difíciles», asegura Juan Luis Martín, secretario de la Comisión de Evangelización, Catequesis y Catecumenado de la Conferencia Episcopal. Pero con los ojos de la fe «las dificultades se convierten en posibilidades y estas se transforman en oportunidades». Por ello, se verán afectadas «las manifestaciones externas», como pueden ser las procesiones, pero esto «nos purifica y ayuda para centrarnos en lo esencial: la celebración de los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo».

Concretamente, el Domingo de Ramos se prevé la celebración de la Eucaristía, pero no de la procesión de las palmas; el Jueves Santo se suprime «el lavatorio de pies»; el Viernes Santo se sustituye el beso a la cruz por una «genuflexión o inclinación profunda», además de incluirse una petición «especial por quienes sufren en este tiempo de pandemia»; la Vigilia Pascual se pide celebrarla a una «hora adecuada, reduciendo en lo posible los ritos de la misma», y, por último, para la Pascua de Resurrección han de evitarse «procesiones» u «otras manifestaciones con aglomeraciones de personas», concluye Martín.

En el interior

«Va a ser como si lloviera todos los días», resume Marcelino Manzanos, delegado de Hermandades y Cofradías de la archidiócesis de Sevilla. Y ante este diluvio de coronavirus, las hermandades se van a recluir en el interior de los templos –actualmente con un 50 % del aforo permitido para Andalucía–, ya han colocado «las imágenes en altares especiales» y van a sustituir la tradicional «estación de penitencia» por «actos piadosos» dentro de las iglesias.

Este plan lo están viviendo «con mucha serenidad», subraya Manzano, aunque «no es agradable tener que renunciar por segundo año consecutivo a desplegar todo ese caudal de piedad que significan las procesiones». A pesar de todo, «se está teniendo una actitud de responsabilidad y obediencia tanto a las autoridades eclesiásticas como sanitarias», concluye el delegado, quien subraya por último el «empeño» que han puesto las hermandades en la atención caritativa. «Todas han contribuido a paliar esta crisis en la medida de sus posibilidades y, casi siempre, por encima de su ellas».

Valladolid, con un aforo en los templos del 30 %, sí contará con algunos actos en la calle. Foto: Arzobispado de Vallladolid

Actos en la vía pública

Valladolid es otro de los puntos neurálgicos de la Semana Santa en nuestro país. Allí van a seguir una dinámica parecida a la de Sevilla, solo que con un aforo más limitado en los templos, pues «en Castilla y León lo tenemos situado en el 30 %», explica Manolo Fernández, delegado de Religiosidad Popular y párroco de San Martín y San Benito el Viejo. La gran diferencia es que la Semana Santa de Valladolid sí contará con algunos actos en la vía pública. En una reunión entre el Ayuntamiento y la Junta de Cofradías, se autorizó el tradicional vía crucis del Nazareno en la plaza Mayor, que se celebrará el jueves 1 de abril, y un día después, en el mismo emplazamiento, se proclamará el Sermón de las Siete Palabras.

Para ambas citas se ha desarrollado un exhaustivo plan para garantizar las medidas sanitarias en curso, que incluye el control del aforo, diferentes puntos de entrada y salida o la colocación de varios dispensadores de gel hidroalcohólico.