Los 700 kilómetros más importantes de san Ignacio
Desde hace unos años, los jesuitas promueven el Camino Ignaciano, la ruta que rememora la peregrinación que hizo san Ignacio en 1522 desde su Azpeitia natal hasta Manresa, donde vivió la experiencia que daría lugar a sus Ejercicios espirituales. Este 31 de julio, festividad del santo, se abrirá un Año Jubilar para potenciar esta ruta como instrumento de crecimiento y de encuentro con Dios
Se trata de un recorrido de 700 kilómetros, que es ante todo una peregrinación espiritual para volver a gustar internamente esa conversión que tanto san Ignacio como cualquier hombre o mujer de nuestro tiempo están llamados a vivir. La ruta puede recorrerse en 27 etapas, y pasa por lugares tan especiales como Aránzazu, Laguardia, Navarrete, Logroño, Calahorra, Tudela, Zaragoza, Lérida, Verdún… hasta llegar a Manresa. Parte del tramo se hace como en su día lo recorrió san Ignacio, por el Camino de Santiago, sólo que en sentido contrario. No obstante, lo fundamental no se encuentra en el esfuerzo físico, sino en el ejercicio espiritual que el santo guipuzcoano experimentó. Por el Camino, ya han transitado al menos 600 personas desde que comenzó a promoverse hace cuatro años.
Cómo vivir el Año Jubilar
Este 31 de julio, festividad de san Ignacio, dará comienzo el primer Año Jubilar del Camino Ignaciano. El primero, porque entre 2021 y 2022 se celebrará un segundo con motivo de V centenario de la conversión y la peregrinación de san Ignacio. Un año jubilar del que la propia Compañía de Jesús señala que lo que se busca es «la renovación de la propia vida, la reconciliación de lo separado o dividido, en definitiva, reencontrarse con el sacramento del perdón»; y durante el cual, se puede ganar la indulgencia correspondiente.
Para apoyar este Año Jubilar se han puesto en práctica varias iniciativas. La primera y fundamental son tandas de ejercicios espirituales especialmente dirigidas a los peregrinos. No podría ser de otra forma: este camino tan especial no puede separarse de los ejercicios espirituales de san Ignacio.
La literatura también tiene su espacio, y por ello se han publicado dos libros: una Guía del Camino Ignaciano y otro titulado El Camino Ignaciano: un camino de sanación interior hacia la libertad, en el que el lector podrá descubrir el espíritu del camino gracias a relatos de quienes ya lo han recorrido acompañados por los ejercicios.
Loyola y Manresa, principio y fin
La oportunidad del Jubileo también servirá para promover y sensibilizar a las instituciones públicas y privadas para que se facilite el caminar de los peregrinos. Algunos gobiernos autonómicos, diputaciones y ayuntamientos han comenzado a dar su apoyo con la organización de albergues, la señalética de los caminos, con puestos de información… Incluso en FITUR este año se ofreció como una actividad más.
Esta invitación a volver a la raíz de la conversión de san Ignacio tiene dos fechas a tener en cuenta y dos lugares que marcan el inicio y el final. La primera en Manresa, destino del camino, donde el Abad de Montserrat, el padre Josep M. Soler, celebrará una solemne Eucaristía el 31 de julio y abrirá la puerta jubilar en el santuario de la Cueva. Al día siguiente, en el santuario de Loyola, origen de la peregrinación, el obispo de San Sebastián, monseñor José Ignacio Munilla, bendecirá la placa que da inicio al Camino Ignaciano y presidirá una solemne Eucaristía a la que asistirán, entre otros, todos los obispos de las diócesis vascas y el de Pamplona y Tudela.