«¿Cuántos refugiados tienen que morir de frío antes de que la UE haga algo?»

La plaza de la Catedral de Cádiz ha acogido este miércoles una nueva edición, la número 57, del Círculo de Silencio con la mirada puesta en los migrantes que sufren por toda Europa el frío del invierno, algunos de los cuales no han podido soportarlo encontrando la muerte en su camino.

«Al menos una treintena de migrantes ha muerto por las bajas temperaturas en Polonia, Italia, Grecia, República Checa, Bulgaria, Albania y Rusia», denunció la Mesa Diocesana de Atención y Acogida de Migrantes y Refugiados de Cádiz y Ceuta en un manifiesto antes de guardar silencio. Algunos de estos fallecidos, añade, huían de la guerra.

En el texto se van recorriendo estos tristes acontecimientos por país hasta llegar a uno que alcanza «un grado más de desesperanza»: el caso de dos migrantes iraquíes, cuyos cuerpos aparecieron congelados en un tramo de la frontera entre Bulgaria y Turquía.

La Unión Europea, congelada

En este sentido, desde el Círculo de Silencio dirigen su mirada a la UE para acusarla de inacción, lo mismo que a los Estados que la integran: «Esta ola de frío en Europa ha demostrado la congelación que ha mantenido la propia UE a la hora de reaccionar para dar una acogida adecuada y digna a estas personas. Si todos los Estados hubieran reaccionado para cumplir con sus compromisos y el acuerdo de reubicación pactado, ahora habría mucha menos gente sufriendo».

Por todo ello, el silencio del acto quiso se un gesto de «cercanía y solidaridad» con los migrantes y refugiados, al tiempo que una pregunta para nuestros líderes políticos: «¿Cuántos refugiados más tienen que morir de frío antes de que la UE haga algo?».