Un Taizé virtual, pero «igual de intenso»
El Encuentro Europeo de Jóvenes organizado por Taizé en este año marcado por la pandemia está siendo sobre todo online, «aunque estamos muy contentos de que se pueda hacer prácticamente lo mismo»
«Este año está siendo distinto, porque no puedes estar acogido en casa de alguien de otro país, con la riqueza que eso tiene, y tampoco tienes el encuentro presencial», afirma Javier Sánchez, un ingeniero informático madrileño de 33 años que participa estos días de manera virtual en el Encuentro Europeo de Jóvenes que organiza cada año por estas fechas la Comunidad de Taizé. Debido a las restricciones por la pandemia, el de este año es el primer encuentro que tiene lugar en este pueblito del suroeste francés y virtualmente en todo el mundo, y no en una gran ciudad europea como es tradición.
Sin embargo, aunque echan de menos el encuentro, «los jóvenes estamos muy contentos de que se pueda hacer prácticamente lo mismo» que en anteriores ediciones, afirma Javier.
Una capilla en el salón
Así, los más de 1.000 jóvenes inscritos han sido agrupados en 300 grupos, que se suman en comunidad al encuentro desde sus lugares de origen en los cinco continentes. Por internet pueden seguir las oraciones de la comunidad, así como los dos talleres diarios y los testimonios sobre los que los participantes debaten estos días.
«Es verdad que nos gustaría más vernos las caras», señala el joven madrileño, «pero tenemos que agradecer el esfuerzo de los hermanos y de los voluntarios que han preparado el encuentro, que a pesar de las circunstancias lo han logrado mantener. Está siendo diferente pero igual de intenso». Vía online «puedes seguir las reflexiones y los debates, y hasta puedes hacer una capilla en el salón de tu casa», bromea.
En paralelo a lo vivido de modo virtual, la Delegación de Jóvenes de Madrid organizó el domingo pasado un encuentro local de manera presencial, en el que se proyectó un vídeo grabado específicamente por el hermano Alois, superior de Taizé, para los madrileños. Hubo tiempo para el testimonio de los jóvenes de los Hogares Lázaro, para salir a la calle a repartir bocadillos a personas sin hogar, y para debatir acerca del lema del encuentro este año: Esperar a tiempo y a destiempo, una reflexión en clave de esperanza para esta pandemia.
«Yo salí reforzado», reconoce Javier, «porque al final los signos que podamos hacer son pequeños pero muy importantes». «No podemos quedarnos con la sensación de que esto es muy duro, sino ponernos en marcha para que lo que hagamos le sirva a alguien. Eso es lo que me da esperanza».
M. M. L. / J. L. V. D.-M.
Como cada año, el eje de las reflexiones del Encuentro Europeo de Jóvenes es un mensaje del prior de la Comunidad de Taizé, el hermano Alois, en el que afirma que para «percibir razones para la esperanza» es preciso juntarse «con quienes han hecho opciones de vida diferentes», pues «la alegría se renueva cuando vivimos la fraternidad».
A este mensaje se ha unido también el Papa Francisco, que exhorta a los jóvenes a no contarse «entre los que siembran la desesperación y desconfianza, porque esto neutraliza la fuerza que nos ofrece el Espíritu de Cristo».
También la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho a los jóvenes que este año muchos se han dado cuenta de que «nadie se salva solo. Nos necesitamos unos a otros para poner fin a la pandemia».