Expertos piden transparencia para promover la vacuna de la COVID-19
La incertidumbre sobre cómo se aplicará la vacuna en España y las respuestas a los recelos de algunos ciudadanos han centrado un encuentro interdisciplinar organizado por la Fundación Pablo VI
Las autoridades sanitarias no deberían hacer obligatorio el someterse a la vacuna frente al SARS-CoV-2. Es la conclusión en la que han coincidido los tres participantes del encuentro interdisciplinar La vacuna de la esperanza, organizado este miércoles por la Fundación Pablo VI. «No es la mejor alternativa», ha subrayado el periodista y divulgador Jorge Alcalde, director de la revista Esquire. Y menos aún en nuestro país, que «es de los que tiene mayor penetración de vacunas sin que sean obligatorias».
En sus intervenciones, los expertos han destacado que la obligatoriedad de la vacuna no responde al problema de base del rechazo que puede provocar. Lo que «lleva a las autoridades públicas a plantearse medidas coercitivas», ha explicado Miguel Ángel Vallejo, catedrático de Terapia Cognitivo Conductual de la UNED, es «la falta de credibilidad» y de confianza que se ha venido generando desde hace tiempo por la gestión de la información durante la pandemia.
«Castigar es fácil»
Juan José Badiola, catedrático de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, ha apuntado que en estos meses ha sido un error por parte del Ministerio de Sanidad no constituir «comités más amplios con personas de diversas formaciones», y cuyo nombre y trayectoria «sean públicos».
En relación con esto, Alcalde ha subrayado que en el ámbito concreto de la vacuna aún se desconoce a los asesores del Gobierno. Y aunque «conocemos los trazos gruesos de la primera fase» de la vacunación, «seguimos sin saber qué va a ocurrir en las siguientes». Por ello, ha pedido que «sean cuales sean los criterios» para aplicar la vacuna, se haga «bajo la mayor de las transparencias».
«Castigar» un determinado comportamiento u obligar a otro «es muy fácil», ha criticado el psicólogo. «Más difícil es mantener la credibilidad y la transparencia», que es «lo que va a hacer que las personas se avengan a lo que se les indique».
Respuestas a los interrogantes
Durante su intervención, Badiola ha tratado de responder a algunas de las reticencias que puede haber en la sociedad frente a las vacunas. Así, ha matizado que aunque la vacunación de las primeras personas fuera de ensayos clínicos el martes en el Reino Unido sea en parte «una operación de propaganda» en la que «los británicos han querido ser los primeros sin esperar a que la Agencia Europea del Medicamento diera su opinión», esto no impide que se trate de «una puerta que se abre a la esperanza».
Otras incertidumbres se deben a que algunos expertos transmitieran, en su opinión «de forma equivocada», que habría que esperar mucho tiempo a una vacuna segura. Eso no significa que una vacuna obtenida en menos de un año no lo sea, ha explicado. La rapidez, en este caso, se debe a que se ha seguido un procedimiento extraordinario, con «una altísima inversión y cientos de científicos trabajando en lo mismo». Esto ha permitido que los procedimientos se aceleraran.
Badiola no ha querido perder la oportunidad de dar, con motivo de la vacuna, un toque de atención a las instituciones públicas. ¿Por qué en España los proyectos de vacunas de calidad no han tenido un buen desarrollo, de forma que fueran viables ahora?, se ha preguntado. «Probablemente porque no ha habido un gran interés en promoverlo»; un interés que debe manifestarse dotando a los investigadores de medios económicos suficientes. «Hay gente que ostenta responsabilidades políticas a la que de puertas para adentro la ciencia le da igual, y lo manifiesta con los presupuestos», ha denunciado.
¿Y el resto del mundo?
Para favorecer la vacunación, el catedrático de Patología Animal también considera necesario «apelar al sentido de responsabilidad y solidaridad». Para que la vacuna proteja de forma generalizada, ha recordado, «tiene que estar vacunado en torno al 70 % de la población. Es algo en lo que todos tenemos la obligación de ayudar».
No es el único aspecto en el que considera imprescindible la solidaridad. También hay que «hacer un esfuerzo» para establecer mecanismos que permitan a los países menos desarrollados adquirir la vacuna de forma gratuita o a bajo coste. «Permitir que sufran el impacto» de la pandemia «cuando nosotros estemos ya protegidos muestra un desinterés por la humanidad inaceptable». Se trataría, además, de una inversión «interesada. ¿Vamos a permitir que queden reservorios del virus donde este puede mutar y regresar a nosotros sin que las vacunas sirvan» para hacerle frente?, ha planteado.
Ante la Navidad
Otra de las cuestiones abordadas en el encuentro interdisciplinar ha sido la cercanía de las fiestas de Navidad. Por un lado, ha destacado Badiola, están las recomendaciones o medidas de obligado cumplimiento planteadas por la Administración. Aquí, ha subrayado que pueden existir problemas por las diferencias de criterios, lo que ha llevado a múltiples reuniones y cambios, que aún pueden continuar.
Pero que «haya una tercera oleada de casos a la vuelta de Navidad», algo que «no se puede descartar», va a «depender en buena parte del comportamiento de los ciudadanos». En ese sentido, «el mensaje claro es que esta Navidad tiene que ser especial», a pesar del descenso en los datos de las últimas semanas. «No hay que reunirse demasiada gente, tenemos que ser pocos» y personas que ya se vean con cierta frecuencia, a modo de grupos burbuja. Eso «nos proporciona cierta seguridad». Un mensaje que «todo el mundo ha entendido», y que una sociedad «cada vez más madura», opina este experto, puede aplicar.