Fui a ver en su estreno La gaviota de Chéjov, todo un clásico, en versión de Réplika Teatro. La sala, cerca de la ciudad universitaria, es muy agradable: sientes al texto y a los personajes muy cerca. Con este montaje, la formación, fundada en 1989 por Jaroslaw Bielski (director, actor y profesor de teatro) y Socorro Anandón (actriz, empresaria y profesora de teatro), inicia un ciclo de grandes textos sobre el retorno. Con ellos están en esta ocasión Manuel Tiedra, Raúl Chacón, Rebeca Vecino, Daniel Ghersi y Beatriz Grimaldo.
Vaya por delante que Réplika Teatro es «también» Academia del Actor y, a tenor de lo que vi –asumo que algunos de los actores jóvenes han sido allí formados- , su solidez en este ámbito es innegable, a años luz de lo que, me parece, puede verse hoy en España. Fue realmente la segunda grata sorpresa de la noche -tras el encanto de la sala- y por la que conviene estar muy atento a lo que Réplika Teatro haga. Son muchos sus años de trabajo y se merecen un público más grande de los que ya son incondicionales.
La gaviota ha sido muy representada. Es una obra por la que han pasado muchos actores y, además, muchos actores grandes. Como espectadores, también debería formar parte del currículo del buen aficionado al teatro: es un placer tanto verla como ver sus diferentes versiones y montajes. El gusto, como todo, también se entrena viendo teatro y Chéjov, en ésta y otras obras, es casi obligado.
Es todo, naturalmente, muy chejoviano: una casa en el campo; una actriz de éxito, Irina, en su madurez (Socorro Anandón); su hijo, Konstantin, escritor experimental y algo atormentado (Raúl Chacón); un famoso escritor, Trigorin (Jaroslaw Bielski), amante de la actriz; Nina, una chica ingenua en la que prende la admiración y las ilusiones (Beatriz Grimaldos); una mujer triste, Masha (Rebeca Vecino); un maestro sencillo enamorado, Semión (Daniel Ghersin); y Piotr, un hombre mayor que no pudo ser escritor, hermano de Irina y ya retirado (Manuel Tiedra).
Esta versión de La gaviota, reducido el texto y los personajes si mal no recuerdo, es convincente y triste, con ese ambiente ruso prerrevolucionario que se desmorona, y con las tensiones y conflictos que Chéjov tan bien dibujase en sus personajes.
Así que si usted quiere ir a ver teatro cuidado, con actores, además, sobresalientes -muy por encima de lo que estamos habituados en España-, por favor, no se pierdan los montajes de Réplika Teatro.
★★★★★
Calle Justo Dorado, 8
Guzmán el Bueno
OBRA FINALIZADA