La paz, al centro del pacto educativo
En el corazón del Papa está el sueño de construir un pueblo de la educación
Para el Papa de los puentes, la búsqueda de una paz internacional duradera no es solo un ideal utópico, sino un programa práctico que ofrece, de la mano del diálogo, alternativas concretas al odio y al egoísmo. Un tema recurrente en su pontificado al que dedicó más de 200 discursos el año pasado. Pero no solo palabras. En 2018 promovió la creación de un grado de estudios dedicado precisamente a las Ciencias de la Paz en la Pontificia Universidad Lateranense. El centro de estudios superiores con sede en Roma acogerá este jueves un evento internacional sobre el Pacto Educativo Global que devolverá la confianza en la enseñanza como antídoto a la cerrazón y a las lógicas de dominio.
«El programa se estructura en torno al videomensaje que el Papa enviará a los 250 estudiantes y profesores presentes, en el respeto de las normas para evitar contagios», explica el rector, Vincenzo Buonomo, que estuvo el pasado viernes ultimando los detalles junto al Santo Padre en el Vaticano. También participarán tres jóvenes estudiantes, un budista, un musulmán y una católica que responderán al mensaje del Papa como «expresión poliédrica de las distintas expresiones culturales del planeta», así como la directora de la UNESCO, Audrey Azoulay. Además, se harán conexiones virtuales con experiencias educativas «en línea con el pacto global que quiere el Papa», como Scholas Occurrentes, una red mundial creada a partir de un programa de escuelas vecinales en Buenos Aires puesto en marcha cuando Bergoglio era su arzobispo, y que hoy está presente en 190 países.
El Pacto Educativo Global está dividido en cuatro sectores temáticos que han sido delegados para su puesta a punto a cuatro grandes universidades. De la ecología integral se ocupa la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá (Colombia). De la promoción de los derechos humanos, la Notre Dame University de Estados Unidos. De la cooperación internacional y la solidaridad, la Universidad católica del Sacro Cuore de Milán. Y de la paz y la ciudadanía, la Pontificia Universidad Lateranense de Roma.
En el corazón del Papa está el sueño de construir un pueblo de la educación que teja «lazos de diálogo» entre distintas instancias educativas como la familia, la escuela las instituciones religiosas y civiles, pero también con los políticos y los alumnos. «Solo poniendo juntos todos estos elementos podremos conseguir una educación integral, que es lo contrario a la fragmentación entre saber y conocimiento», concluye Buonomo.