Hollerich: «Europa ha elegido la solidaridad»

El cardenal Jean Claude Hollerich, presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE), ha asegurado en una entrevista con Vatican News que, con la aprobación del fondo de recuperación, «Europa ha elegido la solidaridad, aunque se han hecho muchos esfuerzos para conseguirla». La solidaridad, ha añadido, «está en la naturaleza de la Unión Europea, es parte de su ADN». «Me siento profundamente europeo y no puedo imaginar una Europa que no sea solidaria».

Hollerich ha reconocido «los problemas que Europa tiene hoy en día: ya no es el centro económico del mundo, todo ha cambiado, y la crisis del COVID-19 ha acelerado este cambio». «Seguiremos cargando con las consecuencias de esta pandemia», pero el cardenal espera que esto permita, sobre todo a los jóvenes, ser «conscientes de que debemos ayudar a los demás».

El presidente de los obispos europeos ha asegurado que está «muy contento de que exista esta ayuda para los países más afectados por la pandemia, es decir, Italia, España y Francia». «Creo que ayudar a los demás también será una bendición para la propia economía».

Sobre si Europa conseguirá, en medio de la dificultad, ser acogedora para los migrantes, Hollerich ha expresado la importancia de que los cristianos sepan que «estamos llamados a algo más, a compartir lo que es necesario para ayudar a otras personas». Él mismo, asegura en la entrevista, recibió en casa a una familia iraquí que «en esta época de pandemia ha hecho mascarillas para muchas otras personas. Es una idea muy hermosa y se puede ver que Europa también recibe mucho si está abierta a dar algo».

Reacción de la Iglesia en España

Desde España, quien ha reaccionado a este acuerdo ha sido el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, quien en el marco del Foro de Migraciones y Movilidad Humana ha celebrado este miércoles ha saludado que «Europa haya dado un paso adelante» al haber acordado una propuesta económica y presupuestaria. Pero advierte que esta decisión no debe significar un cierre sobre sí misma: «La gran tradición europea de la fraternidad pasa por que haya una propuesta de carácter religioso que haga crecer los vínculos que los presupuestos o los grandes programas por sí solos no van a conseguir».