Save the Children anuncia que la pobreza infantil podrá llegar al 33 % en 2020
Los niños ha sido uno de los colectivos más afectados por las consecuencias económicas y sociales de la pandemia. Si no se pone remedio, la pobreza infantil en España incrementará a finales de año, lo que supone un considerable aumento desde el actual 26,8 %, llegando a 2.777.670 niños y niñas en riesgo
Este miércoles, 8 de julio, Save the Children ha presentado, en una rueda de prensa virtual, su último informe Infancia en reconstrucción. En el mismo, con la presencia del director general de la asociación, Andrés Conde, y de la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia, Catalina Perazzo, han sostenido que, después del paso del COVD-19 por nuestro país, la pobreza infantil en España puede llegar hasta el 33,3 % a finales de este año. Este dato supone un considerable aumento desde el actual 26,8 %, llegando a 2.777.670 niños y niñas en situación riesgo.
En este sentido, la pobreza severa también aumentaría en tres puntos, hasta alcanzar más de un 15 %: «Un porcentaje muy por encima de los países del entorno» y «un hecho muy preocupante en una sociedad avanzada», reconocen desde esta organización no gubernamental internacional que tiene como finalidad trabajar por los derechos de la niñez.
«El riesgo de pobreza no es igual para todos los tipos de hogares»
«Si se quiere evitar que casi tres millones de niños y niñas en España sean pobres a final de este año, hay que actuar ahora, durante la desescalada, combinando medidas temporales para paliar los estragos del coronavirus con medidas permanentes, que permitan luchar contra la lacra de la pobreza infantil en España», ha señalado Conde.
De cumplirse las previsiones, y si la economía española empezase el año que viene a remontar, «en 2021 el paro podría bajar hasta el 17,9 % y la ocupación recuperarse en más de cuatro puntos». Sin embargo, las proyecciones de Save the Children muestran que «esta leve mejora no tendrá un reflejo en las tasas de riesgo de pobreza infantil», ya que, como ya ocurrió en la crisis del 2008, «el riesgo de niños y niñas de caer en la pobreza no se reduce porque la economía mejore».
En este sentido, la organización ha señalado que, sin las medidas adecuadas, los grandes perdedores de esta crisis serán los niños; detalle que aumenta la desigualdad entre generaciones. «El riesgo de pobreza no es igual para todos los tipos de hogares», ha revelado el director general.
La familias vulnerables, en el centro de todo
La directora de Sensibilización y Políticas de Infancia ha destacado, en forma de datos y estadísticas, que «los hogares con hijos serán los que más sufran los efectos de crisis del COVID-19». Por ejemplo, «las familias monoparentales aumentarán su riesgo de pobreza en cinco puntos, hasta el 48 %». Y en cuanto a lo que respecta a las carencias materiales en hogares con hijos e hijas a cargo, «las proyecciones de Save the Children muestran que los estragos de la crisis del coronavirus en el mercado laboral aumentarán alrededor de un punto el número de familias con niños y niñas que sufren pobreza energética, tienen carencias de salud o nutricionales o que no pueden hacer frente a imprevistos o llegar a final de mes». Asimismo, «podría aumentar el abandono escolar en casi dos puntos porcentuales, en 1,7 %», según Perazzo.
En este sentido, ha destacado que aún estamos a tiempo de frenar la curva de la pobreza. «Entre las medidas que considera fundamentales para la protección de la infancia y la adolescencia se encuentra la prestación por hijo o hija a cargo». La aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) «ha dado pie a interpretar que esa otra prestación dejará de concederse, pero la organización lo considera un error». En la actualidad, la prestación por hijo o hija a cargo, si este no tiene discapacidad, supone una cuantía de 341 euros anuales (28,41 euros mensuales) por cada menor a cargo. «Las familias en pobreza severa reciben una cuantía de 588 euros anuales (es decir, 49 euros al mes por cada menor a cargo)». Esta medida «llega a 767.748 familias», que «tienen unos ingresos por debajo de 12.424 euros anuales». Como resultado de la prestación, ha distinguido, «5.277 niños y niñas salen de la pobreza moderada, y casi 77.000 de la pobreza severa». Por ello, «el coste de la prestación por hijo a cargo es actualmente de 530 millones de euros».
Bajo este marco de actuación, Save the Children defiende que se mantenga la prestación por hijo a cargo actual para aquellos niños y niñas en situación de pobreza que no quedan cubiertos por el IMV: «Manteniendo el mismo umbral y la misma cuantía, pero restando a aquellas familias que ya reciben el IMV». Esta medida, reconocen desde la entidad, «costaría 55 millones de euros y reduciría la pobreza infantil severa de un 12,15 % a un 10,31 %». Asimismo, la directora de Sensibilización y Políticas de Infancia ha instado a aumentar la cuantía a los 100 euros al mes para estos niños y niñas: «Esta medida costaría 206 millones de euros y reduciría la pobreza infantil relativa del 26,64 % al 25,55 %, y la pobreza infantil severa del 12,15 % al 8,73 %».
«El abandono escolar cuesta 17.000 millones de euros al año»
El abandono escolar, al que también se han referido de manera especial, «nos cuesta, cada año, 17.000 millones de euros. Medidas como la prestación por hijo a cargo no son solo una cuestión de justicia social, sino de eficiencia», ha afirmado Conde.
La vivienda, la educación, la pobreza energética, la conciliación y la salud han sido otros de los factores determinantes que han puesto sobre la mesa, y mediante los cuales instan a las autoridades competentes «a que se apruebe un plan de refuerzo escolar para el próximo curso, se aumenten las becas comedor, se reduzca temporalmente el número de niños y niñas por aula, se amplíe el parque de vivienda social priorizando el régimen de alquiler o se refuerce el sistema de Atención Primaria y de Salud Mental infanto-juvenil para todos los niños y niñas en España, incidiendo en la coordinación entre ambas unidades de salud». Sin olvidarse, por supuesto, de «la aprobación de medidas destinadas a ayudar a colectivos excluidos, como las personas solicitantes de asilo, las migrantes en situación irregular o los extutelados una vez que llegan a la mayoría de edad», donde Save the children pone el foco de una manera singular.
Una ONG en favor de la infancia
«Las personas mayores piensan que no sabemos, pero ellos no saben si sabemos o no». Lo expone en el Informe una niña de 13 años, de Barcelona. El mismo, que muestra las medidas para luchar contra la desigualdad en la nueva normalidad, lleva a cabo un análisis exhaustivo de la situación actual tras el Estado de alarma.
Para la realización de este estudio, Save the Children (que opera en más de 120 países) ha contado con la opinión de 55 niños, niñas y adolescentes. «De mayo a junio de 2020, nueve grupos de participación infantil y juvenil de Barcelona, Madrid, Sevilla y Valencia dedicaron cinco sesiones en formato virtual para exponer sus opiniones sobre cómo debería ser la reconstrucción social en los próximos meses», tal y como detalla la organización.
«Entre sus principales preocupaciones –tanto previas al inicio de la pandemia como surgidas por su impacto– se encuentran la discriminación, el medio ambiente, el papel de la infancia y la adolescencia en la toma de decisiones o el ocio y el tiempo libre», descubre el máximo representante de la entidad. Y en cuanto a sus propuestas, destaca el impulso de la empatía para que, entre otras cosas, «las personas racistas se pongan en el lugar de las personas discriminadas, la obligatoriedad en la gestión correcta de los residuos plásticos del COVID-19, la reducción de producción de residuos y plásticos, la creación de espacios y herramientas de participación en las escuelas, un mayor acompañamiento por parte del profesorado si hubiera que volverse a la educación no presencial o la adopción en los entornos públicos y privados de medidas que permitan acotar el distanciamiento social».