100 años acompañando a las gentes del mar

El próximo16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen, la Iglesia celebra el Día de las Gentes del Mar, una jornada que este año estará marcada por la celebración del centenario de la pastoral de la Iglesia en este campo —comenzó en Glasgow el 4 de octubre de 1920— y también por las consecuencias que la pandemia del COVID-19 está teniendo sobre tantas personas que obtienen el sustento del trabajo en el mar.

Precisamente, la crisis sanitaria ha obligado a retrasar los eventos que se habían convocado para el próximo mes de octubre por la Santa Sede, concretamente por el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Finalmente, se aplazarán al mismo mes de 2021, cuando tendrá lugar el XXV Congreso Mundial de la Stella Maris / Apostolado del Mar.

En un mensaje para la ocasión, los obispos españoles reconocen el trabajo de las gentes del mar en medio de una emergencia sanitaria, «sosteniendo, con su trabajo, la economía mundial, transportando productos básicos para nuestras vidas». Y lo han hecho, además, en condiciones difíciles: ha soportado mayores sacrificios, pues muchos han estado confinados en los barcos; han visto cómo sus contratos se extendían más allá de los términos habituales; además de que se han cancelado la mayor parte de las escalas.

«Por eso, encomendándonos a la Virgen del Carmen, que protege a todas las personas por las estelas del mar y los caminos de la tierra, queremos tener presentes a todas las personas de España y del mundo dedicadas al apostolado del mar», añaden.

Del mismo modo, muestran su agradecimiento a los capellanes y voluntarios que durante la pandemia no han podido visitar las naves, pero han encontrado «nuevas formas creativas para apoyar y estar cerca de la gente del mar».

Mensaje del Papa Francisco

Por otra parte, el Papa Francisco ha enviado un vídeomensaje a los marineros y a sus familias en el que les agradece la labor que están realizando en medio de una crisis sanitaria. De hecho, asegura que su labor se ha vuelto hoy «aún más importante» y aplaude «los muchos sacrificios» que han tenido que hacer. Sacrificios como permanecer largos periodos a bordo de los buques sin poder pisar tierra y alejados de la familias, los amigos y el país para evitar contagios. «Todos estos elementos son una pesada carga que hay que soportar, ahora más que nunca», añade.

Así, el Pontífice les traslada «un mensaje y una oración de esperanza, una oración de consuelo y de alivio contra toda adversidad» y anima a los agentes de pastoral de este campo a seguir trabajando con las gentes del mar.