Monseñor Elizalde: «Si nosotros estamos amenazados, los refugiados sufren ya condena»
El obispo de Vitoria, responsable del área de Migrantes de la Conferencia Episcopal Española, ha escrito una carta abierta a toda la sociedad por el Día Mundial del Refugiado, que se celebra este sábado, 20 de junio
El obispo de Vitoria y encargado del área de Migrantes de la Iglesia en España, monseñor Juan Carlos Elizalde, ha dirigido una carta para concienciar a la sociedad y a las instituciones competentes de la necesidad de «acoger a quien huye de guerras, persecuciones y muerte».
En la misiva, de la que se hace eco la diócesis de Vitoria, el obispo ha recogido una de las prioridades de la Iglesia en todo el mundo: «Mirar al refugiado, incluso en la extraordinaria situación de pandemia que vivimos». Apelando a la fraternidad, ha recordado que está en nuestra responsabilidad «no dejar a nadie atrás».
Apoyándose en estadísticas de Naciones Unidas y de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, monseñor Elizalde se ha detenido en la situación que se vive en los campos de refugiados, poniendo como ejemplo el de Moria, en Grecia, pensado para 3.000 personas y donde se aglomeran en la actualidad más de 19.000. «Son lugares donde es complicado tener acceso a agua potable y donde no hay medidas higiénicas necesarias para protegerse del virus». «Estas malas condiciones y la falta de asistencia sanitaria afectan muy negativamente a la salud de los migrantes y, por lo tanto, todos ellos son convertidos en personas de riesgo ante el COVID-19». Monseñor Elizalde ha advertido de lo injusto de esta situación y ha recordado las palabras de Jesús ante los más vulnerables: «Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos, a mí me lo hicisteis».
Haciéndose eco de las palabras del Papa Francisco, ha indicado que estamos ante un gran reto pastoral de la Iglesia, no solo en España, sino en todo el mundo. Además, ha aludido a los pactos firmados por nuestro país para frenar las devoluciones en caliente.
El presidente de la subcomisión de Migraciones y Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal ha querido finalmente «agradecer a las muchas personas, comunidades, parroquias y entidades de la Iglesia en España su gran labor en favor de migrantes y refugiados», apelando a no tener miedo a seguir en esta dirección. También se ha dirigido a todos al recordar que aún existe la amenaza del coronavirus y que, por ello mismo, debemos tener más presentes que nunca a los más vulnerables, los que huyen en busca de acogida: «Si nosotros hemos pasado miedo por la pandemia en la que estamos y nos sentimos amenazados, los refugiados están ya sufriendo condena».