Los madrileños presentan sus hijos a la Virgen y le regalan un manto de flores
Cientos de familias desafiaron al intenso calor de la capital y acudieron con flores a la catedral de la Almudena. La Virgen de la Almudena salió fuera de los muros del templo para recibir la ofrenda y a los niños que se la entregaban
En la fiesta de la visitación de la Virgen a su prima santa Isabel, celebrada este domingo, las familias madrileñas visitaron a su madre, la del Cielo, que salió a recibirles a las puertas de la catedral de la Almudena.
Desde las 10h. hasta las 20 h. la imagen de la Virgen de la Almudena recibió a cientos de familias que acudieron, invitados por monseñor Osoro, Con flores a María, lema de la iniciativa.
Las familias presentaban a sus hijos a la Virgen y, por cada uno de ellos entregaban una flor. A lo largo de todo el día se fue completando el florido manto que los madrileños le presentaron a la Virgen en el último día del mes de mayo.
Presentación de los niños
A las 11 h. y a las 17 h. fue el propio arzobispo de Madrid, don Carlos Osoro, el que presentó a los niños a la Virgen. «Escucha las súplicas de estos hijos, de estas madres. Que confiesen libremente su fe, que sean fervorosos en la caridad, que perseveren con firmeza en la esperanza de tu Reino», dijo monseñor Osoro.
Después, las familias y el arzobispo leyeron juntos la estampa diseñada por el propio don Carlos y en la que aparecía la siguiente oración:
Santa María la Real de la Almudena:
Soy madre, aquí tienes a mis hijos.
Cuídalos, haz que crezcan en la Verdad.
Acércalos a tu Hijo Jesucristo y diles con la fuerza que tú tienes: «Haced lo que Él os diga».
Quiero aprender de ti a ser madre, la manera y el modo con el que educaste a Jesús.
Déjame decirte: «Bendita entre las mujeres», pues fuiste madre, educadora fuerte, valiente y recipiente que sólo se llenó de Dios.
Concédeme ser madre como tú fuiste. Amén.
Antes de impartir la bendición y de que las familias entregaran las flores para María, el arzobispo terminó pidiendo «por estas madres y estos hijos, por estos padres que quieren transmitir a sus hijos la fe. En tu hijo Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos».
Un rosario a los pies de la Virgen
A pesar del intenso calor, fueron cientos las familias que acudieron a la catedral. Hubo incluso quienes aprovecharon la cita para reunirse por grupos y rezar el rosario en las escaleras, frente a la Virgen. Todos estaban invitados y todos pudieron también hablar con don Carlos, que se preocupó, incluso, de que a los voluntarios no le faltaran gorras para protegerse del sol.