«La oración es el refugio del hombre ante la oleada de maldad que crece en el mundo»
El Papa Francisco dedica una audiencia más al tema de la oración, que «cultiva prados de renacimiento en lugares donde el odio del hombre solo ha sido capaz de ensanchar el desierto»
El mal aparece desde las primeras páginas de la Biblia: la tentación del demonio a Adán y Eva o la historia de Caín y Abel, que es «la historia de la primera fraternidad» y «termina con un asesinato». Lo mismo pasa hoy, ha asegurado el Papa durante la audiencia general: «En la fraternidad humana… guerras por doquier».
Frente al primer mal, el Antiguo Testamento presenta el diluvio universal y la torre de Babel, que «revelan que es necesario un nuevo comienzo, como una nueva creación, que tendrá su cumplimiento en Cristo», ha dicho Francisco, quien sin embargo ha subrayado otra historia, «menos llamativa, mucho más humilde y devota», que también está escrita en estas primeras páginas de la Biblia y que «representa el rescate de la esperanza».
En este sentido, el Pontífice ha señalado a Abel, a Noé… porque «aunque casi todos se comportan con brutalidad, haciendo del odio y la conquista el gran motor de las vivencias humanas, hay personas [como ellos] capaces de rezar a Dios con sinceridad, capaces de escribir de otra manera el destino del hombre». Leyendo estas historias, ha confesado el Santo Padre durante la audiencia —celebrada todavía en la biblioteca del Palacio Apostólico—, «uno tiene la impresión de que la oración sea el dique, el refugio del hombre ante la oleada de maldad que crece en el mundo».
La oración, cuando es auténtica, «libera de los instintos de violencia» y «es una mirada dirigida a Dios, para que vuelva a ocuparse del corazón del hombre», ha explicado Bergoglio. Además, es poderosa, «porque atrae el poder de Dios», que a su vez, «da siempre vida». Así, «la oración cultiva prados de renacimiento en lugares donde el odio del hombre solo ha sido capaz de ensanchar el desierto».
De esta forma, «el mundo vive y crece gracias al poder de Dios que estos servidores suyos atraen con sus oraciones. Son una cadena que no hace ruido, que rara vez salta a los titulares, y sin embargo ¡es tan importante para devolver la confianza al mundo!», ha concluido Francisco no sin antes pedir a los padres que enseñen a sus hijos a «hacer bien la señal de la cruz porque es la primera oración».
Rosario del Papa
Precisamente, con este propósito de pedirle a Dios que vuelva a ocuparse del corazón del hombre, el Papa Francisco convocó ayer a los fieles a rezar el rosario este sábado 30 de «unidos en la oración para invocar la ayuda y el socorro de la Virgen María en la pandemia y para confiar al Señor a la entera humanidad».
Él mismo presidirá la oración mariana desde la gruta de Lourdes que se encuentra en el jardín del Vaticano y podrá ser seguida en directo a través de mundovisión. A la celebración mariana, promovida por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, se unirán los principales santuarios del mundo y contará con una participación especial de las familias.