30.000 ONG españolas reclaman al Gobierno protagonismo en la reconstrucción
La Plataforma del Tercer Sector pide participar en la Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción Social y Económica «y poder solucionar juntos la crisis social», dice su presidente, para quien «nadie puede volver a quedarse atrás. No podemos olvidarnos otra vez de quienes ya teníamos olvidados»
Son 645.000 profesionales y 2,5 millones de voluntarios los que trabajan en las 30.000 ONG –entre ellas Cáritas Española y otras ONG de inspiración católica– que integran la Plataforma del Tercer Sector, cuyo presidente, Luciano Poyato, ha demandado al responsable de la recién constituida Comisión Parlamentaria para la Reconstrucción Social y Económica, el socialista Patxi López, una participación activa en su labor «para poder solucionar juntos la crisis social».
«Partimos del hecho de que esta crisis no es solo una crisis sanitaria y económica, sino también una crisis social, y desde ahí defendemos los derechos de las personas más vulnerables, para que se las tenga en cuenta», afirma Poyato, para quien «un proceso de reconstrucción debe tener en cuenta a los agentes sociales, y entre ellos nosotros queremos dar una voz unitaria de todas las ONG», porque «un país moderno que quiera salir de esta crisis debe escuchar a las entidades del tercer sector».
Para Poyato, «la crisis de 2008 tocó fondo en 2012 y entonces se hizo un rescate bancario, pero no se hizo un rescate de las personas. Ya antes de la pandemia había miles de personas muy vulnerables y no se las atendió como debía». Por eso, a la hora de abordar la desescalada y la reconstrucción, «no podemos volver a abandonar a toda esta gente. Hay que devolver el empleo a quienes lo han perdido en estos dos meses, pero también hay que invertir en aquellos que no lo tenían, o que no tenían las condiciones mínimas para vivir. Cuanto mayor sea la inversión en igualdad, más empleabilidad tendremos y menos precariedad habrá. Nadie puede volver a quedarse atrás».
En este sentido las ONG del tercer sector pueden realizar una aportación específica: «todas harán sus aportaciones sectoriales, relacionadas con la inmigración, la pobreza, el sinhogarismo, la discapacidad…, pero como plataforma vamos a proponer demandas más transversales, como por ejemplo que se fije la figura jurídica de la vulnerabilidad, porque los políticos y la sociedad han hablado mucho estos días de personas vulnerables, pero no se sabe bien quiénes son. No nos podemos mover por impactos. Vamos a mandar la semana que viene una propuesta al Gobierno para que se regula de manera definitiva esta figura».
Además de ello, «queremos participar en las sesiones parlamentarias sobre la reconstrucción y ofrecer propuestas concretas», porque entre las ONG existe el temor de que «todas las grandes muestras de solidaridad que hemos vivido estos días se vayan pasando poco a poco y entre todos nos volvamos a olvidar de los que teníamos ya olvidados».
Otra de sus acciones será la de proponer la empleabilidad de todas estas personas olvidadas: «esto es inversión, no es gasto», señala el presidente de la PTS. Y sobre la renta mínima vital que está ahora mismo en el horizonte social, «es algo que llevamos pidiendo ya 30 años y que ha funcionado en otros países. Es un dinero que dignifica y que a la vez genera un feed backen el consumo, y sobre todo es un derecho objetivo».
Gracias a su labor sobre el terreno, otra de las aportaciones específicas de las ONG será la de ofrecer a los responsables de la reconstrucción «un diagnóstico de cómo está la situación. Sin un diagnóstico claro no puede haber un plan de viabilidad. Nosotros queremos ofrecer a la Comisión los datos que necesita para poder tomar las medidas más acertadas. No queremos cuestionar a nadie, solo poner encima la realidad y los problemas que hay».
Hasta el momento, la PTS está en comunicación con todos los grupos con representación parlamentaria y con el Gobierno. «Estamos recibiendo una escucha activa, aunque otra cosa es que consigamos lo que queremos. Nosotros creemos en que se pueden resolver los problemas del país de manera conjunta, y siempre desde el consenso porque las discrepancias políticas y de forma no ayudan a nadie. Hay que salvar a la gente, y tenemos que hacerlo entre todos».