El limosnero pontificio asiste a transexuales latinoamericanos: «La caridad del Papa es para todos»
El limosnero de la Santa Sede, el cardenal polaco Konrad Krajewski, ha asistido económicamente a un grupo de transexuales latinoamericanos que habían solicitado ayuda a la parroquia de Torvaianica, situada en la costa de la provincia de Roma
«Claro que les hemos ayudado. “Vengan a mí, todos los que están cansados y cargados, y yo los haré descansar”, lo dice Jesús; es el Evangelio. Estas personas son seres humanos y tenían hambre. Somos todos hijos de Dios», ha señalado el purpurado polaco, considerado el brazo caritativo del Papa, en declaraciones al diario italiano Il Corriere della Sera. Para Krajewski «la caridad del Papa se dirige a todo aquel que sufre. Durante la semana de Pascua hemos llevado miles de paquetes de asistencia, y entre estas personas también había prostitutas y transexuales. Mi deber es ayudar a quien tiene necesidad y vaciar la cuenta bancaria de caridad del Papa. Si está vacía, va todo bien. Y cuando se vacía, gracias a Dios, siempre hay gente que vuelve a dar ofrecer donaciones», ha manifestado.
Don Andrea Conocchia, el sacerdote que guía esta parroquia, explicó que había visto llegar hasta su iglesia un grupo de transexuales latinoamericanos. «Pedían ayuda porque con la pandemia de COVID-19 no tenían clientes por las calles. Entre ellos se reparten los gastos, los alquileres, se ayudan como pueden […]. Sobre todo provienen de América Latina. Quieren mucho a Bergoglio y tienen fe. Me ha conmovido sobre todo la imagen de uno de ellos, que se ha puesto de rodillas ante la Virgen a rezar».
Según ha explicado el cura italiano, el grupo ha grabado un mensaje de audio en español que han enviado al Vaticano para agradecer al Papa su ayuda: «Muchas gracias al Papa Francisco. Que Dios le bendiga por todo. Que la Virgen le proteja».
No es la primera vez que el cardenal Krajewski realiza gestos que acaban por ser noticia en los periódicos. En mayo del año pasado reinstauró él mismo la luz en un edificio público en Roma ocupado por 450 personas que se habían quedado sin electricidad por no poder hacer frente a las facturas. «La gente estaba sin luz, agua, nevera: 450 hermanos en una situación tan difícil… entre ellos un centenar de niños», señaló entonces en una entrevista con el periódico italiano Il Corriere della Sera. El purpurado que tuvo que enfrentar muchas críticas, pero él insistió: «Fui informado de una grave situación que sufrían sobre todo muchos pequeños. Como limosnero del Papa sentí el deber de cumplir un gesto humanitario, reactivando personalmente la corriente eléctrica».
El prelado quitó los sellos que bloqueaban el contador y dijo que asumía la responsabilidad. El edificio ocupado pertenece a un ente público que lo tenía abandonado.