Antonio Cuadri: «El cine religioso hay que hacerlo con la misma seriedad que cualquier otro género»

Antonio Cuadri tiene un gran currículum a sus espaldas, además de cuatro premios Ondas. Fue director de Lo + Plus, de Las noticias del guiñol o de la serie Al salir de clase. Su último proyecto, sin embargo, se encuadra en un género –el cine religioso o espiritual– en el que cada vez realiza más trabajos.

Cuadri (Trigueros –Huelva–, 1960) es el director de la parte de ficción de la película-documental Corazón ardiente, que narra la historia de una escritora de éxito que busca inspiración en las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús. «La historia está basada en hechos reales y es una invitación a la reflexión sobre la familia y sobre el poder del perdón», explica el director.

En su parte documental, Corazón ardiente profundiza en las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque y cuenta con interesantes entrevistas como la realizada al ex ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, al obispo de San Sebastián José Ignacio Munilla o a las monjas de convento en el que se produjo la aparición.

Incluso en Catar

La cinta, que se estrenará el próximo viernes 21 de febrero, está producida por Goya Producciones y será distribuida por European Dreams Factory. De momento, además de en España, Corazón ardiente se podrá ver en Polonia (28 de febrero), México (19 de marzo), Colombia (12 de marzo), Puerto Rico (19 de marzo) y Panamá (19 de marzo).

La película incluso podría desembarcar en Catar, desde donde un grupo de católicos se ha puesto en contacto con la productora para poder realizar un pase cinematográfico.

Proceso personal

El director andaluz aterrizó en el proyecto por invitación de Goya Producciones, pero «naturalmente coincide con una profundización y una preocupación por mi parte, fruto de un proceso vital, en atender este tipo de género cinematográfico».

Para Cuadri, «el cine espiritual y de valores es muy necesario. El entretenimiento, las historias están muy bien, pero estamos muy necesitados de ofrecer al público historias como Corazón ardiente, que nos permiten el mirarnos un poco hacia adentro. Sobre todo, si no es superficial y no es nada gratuito y está tan bien documentado, como es en este caso».

En este sentido, invita a «no identificar el cine religioso o espiritual con producciones piadosas de baja calidad. Creo que es un género que hay que hacerlo en serio y que hay que apostar por hacerlo con los mismos medios, con la misma seriedad y con el mismo enfoque que cualquier otro género».