El Papa llama a proteger la vida «de principio a fin» y a «combatir toda violación de la dignidad»

Francisco se unió a la 42ª Jornada por la Vida que se celebró en Italia y recordó que la defensa de la vida también tiene que ver con el combate de cualquier forma de violación de la dignidad humana, «incluso cuando la tecnología o la economía están en juego».

El Papa se unió durante el ángelus de este domingo a la oración de los obispos ante la celebración en Italia de la 42ª Jornada por la Vida al instar a «proteger la vida desde el principio hasta su fin natural» y a «combatir toda violación de la dignidad».

«Espero que este día sea una oportunidad para renovar nuestro compromiso con proteger la vida humana desde el principio hasta su fin natural —señaló—. Me uno al mensaje de los obispos para este día, cuyo lema es Abre las puertas a la vida».

El Pontífice pidió a su vez que junto a la defensa de la vida, se combata «cualquier forma de violación de la dignidad, incluso cuando la tecnología o la economía están en juego, abriendo las puertas a nuevas formas de fraternidad solidaria».

Rercordó, además, que el domingo se celebraba en la Iglesia la fiesta de la Presentación del Señor, esto es, «cuando Jesús recién nacido fue presentado en el templo».

Asimismo, en esta fecha también se festeja la Jornada de la Vida Consagrada que, según dijo el Pontífice, «recuerda el gran tesoro en la Iglesia de aquellos que siguen de cerca al Señor al profesar los consejos evangélicos».

Por otro lado, aseguró que «el inmovilismo no es adecuado para el testimonio cristiano y la misión de la Iglesia», ya que el mundo «necesita cristianos que se dejen conmover, que nunca se cansen de caminar por las calles de la vida, para llevar a todos la palabra consoladora de Jesús».

Para el Papa, todo bautizado «ha recibido la vocación de proclamar, de la misión evangelizadora». Por ello, recordó que «las parroquias y comunidades eclesiales están llamadas a fomentar el compromiso de los jóvenes, las familias y los ancianos para que todos puedan tener una experiencia cristiana, viviendo la vida y la misión de la Iglesia como protagonistas».