Santa Teresa, referente de los derechos humanos en Latinoamérica
Frente a la imagen de una mística distanciada de la realidad, la Iglesia latinoamericana aboga por ahondar en el concepto de dignidad desarrollado por la santa abulense
La figura de santa Teresa de Jesús se ha popularizado a través de los siglos como doctora de la Iglesia, reformadora de la orden carmelita y mística, lo que ha degenerado en una imagen un tanto inaccesible de la santa. «Muchas veces se le ha restringido y limitado muchísimo al identificarla casi totalmente con experiencias místicas extraordinarias fuera de la común», asegura el carmelita y obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, que ha sido el encargado de presidir este año en Ávila la novena en honor de la santa. Sin embargo, esta visión, sin ser falsa, «es lo que menos lugar ocupa en la experiencia de la santa», asegura Báez al mismo tiempo que advierte que «está poco explotada la dimensión humana de santa Teresa. Por ejemplo, su amor por la verdad, por la gratitud, sus reflexiones sobre el aseo personal, el cuidado del cuerpo, la honestidad o la transparencia».
Dentro de ese humanismo teresiano, ocupa un lugar destacado el concepto de dignidad. Precisamente, «su obra cumbre, Las Moradas, la inicia describiendo la belleza y la grandiosidad del ser humano. No empieza con un hombre caído al que hay que redimir, empieza con una persona humana mostrada en toda su grandeza y, como ella dice, “con su gran capacidad”. Esto nos lleva al respeto del otro, porque el otro tiene la misma dignidad que yo», explica el obispo nicaragüense, que está convencido de que «el gran mensaje de santa Teresa para el ser humano de hoy, para el mundo de hoy, es que seamos conscientes de la gran dignidad que poseemos por el hecho de ser personas humanas».
De hecho, el propio obispo Báez —actualmente en Roma por decisión del Papa Francisco pero que ha sido un referente eclesial en la lucha por los derechos humanos en Nicaragua— ha utilizado «a la Santa y su doctrina» en numerosas ocasiones «para iluminar la trágica realidad que vive el pueblo nicaragüense».
Una espiritualidad de los derechos humanos
El venezolano Juan Carlos Rubertiello también mira a Teresa de Jesús desde esa dimensión social menos conocida. Este profesor de Filosofía de la Universidad de Carabobo, y director de su centro de derechos humanos, se encuentra actualmente en Ávila, en la Universidad de la Mística, para profundizar en la figura de santa Teresa de Jesús, su concepto de dignidad humana y su relación con los derechos humanos. «Mi intención es desarrollar toda una espiritualidad de los derechos humanos basada en Teresa de Jesús», afirma a Alfa y Omega. «No entiendo cómo se puede hablar de derechos humanos, y ese es uno de los grandes problemas que hay en las organizaciones que los defienden, sin un sustrato que te permita mantener la cohesión interna», asegura Rubertiello. En su caso, el profesor considera «que esa unidad solo la puede dar el encuentro con Dios».
Una vez terminado el periodo de formación, su intención es volver a Venezuela, donde «esta forma de acercarse a Teresa creo que puede ser un aporte importante para la lucha a favor de los derechos humanos». Es un campo que él conoce bien, por su trabajo en la universidad y por su pertenencia a la comunidad María Estrella de la Mañana, formada por laicos misioneros y en la que «nos hemos dedicado de forma transversal a la defensa de los derechos humanos».
En el contexto actual de Venezuela, «esta lucha nos ha hecho movernos muchísimo en el ámbito de la denuncia», explica Juan Carlos Rubertiello, que ha podido constatar la muerte de infinidad de niños al tragarse clavos y alfileres por comer directamente de la basura. La respuesta del régimen chavista a esta actividad ha sido «denunciarnos y perseguirnos». «El Gobierno nos expropió la casa y yo he sido denunciado en dos ocasiones ante la división de inteligencia militar».
Rubertiello era el encargado, los domingos, de la celebración de la palabra en su comunidad. Entre los asistentes, «siempre había un patriota cooperante —activista político adoctrinado para reportar las palabras de ciertas personas a las que el régimen quería tener controlada— vigilando nuestras acciones y el discurso que hacíamos. Y ¿cuál era este? Evangelio y derechos humanos».
América entera mira a santa Teresa de Jesús
Pero Venezuela y Nicaragua no son los únicos países que hoy miran a santa Teresa de Ávila desde el continente americano. Las estadísticas del Centro Internacional Teresiano-Sanjuanista Universidad de la Mística (CITeS), institución carmelitana de referencia para el estudio y la difusión tanto de santa Teresa de Jesús como de san Juan de la Cruz, ha recibido en la última década a cerca de 500 latinoamericanos de 20 países diferentes.
«Vienen muchos compatriotas para estudiar a santa Teresa y a san Juan de la Cruz y posteriormente poder trasladar lo aprendido a la realidad concreta de cada país de procedencia», explica Rómulo Cuartas Londoño, subdirector del CITeS. «En Latinoamérica siempre nos están demandando formación, pero como la estancia en España es cara, las distintas provincias de la familia carmelitana nos mandan personas para hacer el curso de especialización, oficialmente llamado Máster en Mística y Ciencias Humanas. Al acabar, vuelven a su tierra y replican lo que han oído y han vivido aquí», concluye Cuartas Londoño.