Las dos balas de la Virgen del Abrazo
La Virgen del Abrazo de Valdebebas acoge un encuentro con personas con síndrome de Down, mientras la promotora de la imagen desvela el asombroso hallazgo de dos balas de la guerra civil alojadas en su interior
«Todos los primeros sábados de mes nos reunimos junto a la Virgen del Abrazo, en un encuentro en el que tratamos de llevar los abrazos de la Virgen a los vulnerables, los que sufren y los débiles», explica Inmaculada Inmaculada Martínez, de la Asociación Madrileña de Amigos de la Virgen del Abrazo (AMAVA), de Valdebebas, que el sábado organizó un encuentro dedicado a las personas con síndrome de Down, a las que invitaron para dar «un abrazo de ida y vuelta» a la imagen de la Virgen.
La iniciativa consistió en una cadena humana de abrazos que partía de la imagen y volvía de nuevo a ella. Fue un encuentro en el que «pedimos la bendición a la Virgen por ellos, con una oración para que les abrace siempre. Se trataba de darles cariño y abrazos, de pasar un momento de cariño con ellos y que se sientan abrazados, apoyados y queridos», pues «la inocencia de estos corazones arranca sonrisas, cariño, ganas de abrazar y ganas de quererse», dice Inmaculada, quien afirma que el anterior encuentro se hizo por los enfermos de cáncer.
Para la representante de AMAVA, fue un encuentro «lleno de entusiasmo y de ganas de abrazar. Hemos recibido una lección de amor de parte de todos los que han venido, y especialmente de los favoritos de la Virgen. Ha sido una maravilla».
Después de las vicisitudes que ha pasado la imagen de la Virgen del Abrazo en los últimos meses, actualmente «la Virgen está ahí porque está protegida jurídicamente», ya que en el pleno del Ayuntamiento de Madrid en enero se aprobó su permanencia en el parque de Valdebebas.
Inmaculada también desvela que, durante la talla del tocón de pino por parte del escultor Jesús Arévalo, aparecieron dentro del tronco del árbol dos balas enfrentadas, datadas en los años de la guerra civil. Actualmente, el descubrimento está en fase de estudio por parte de un historiador especializado en la Guerra Civil, ya que el hallazgo resulta verosímil dado que en la zona más cercana a la Virgen hay soterradas unas trincheras del conflicto.
Por eso, la Virgen del Abrazo «es un signo de convivencia», porque «eso quiere la Virgen, que nos abracemos al abrazarla. Es que esta claro que la Virgen del Abrazo también quiere vivir con nosotros, en nuestras casas, y que la abracemos».