Escocia recupera la peregrinación de santa Margarita, una tradición de la época de William Wallace
Hunde sus raíces en el siglo XIII, cuando se trasladaron las reliquias de santa Margarita (1045-1093) a la histórica Abadía de Dumferline
El 28 de junio, por primera vez en cuarenta años, la diócesis de Saint-Andrews y Edimburgo celebrará una peregrinación en honor de santa Margarita, según anunció su titular, el arzobispo Leo Cushley.
Según explicó en la Abadía de Dumferline, «será un acontecimiento muy familiar al que están invitados todos los habitantes de Escocia, dado que la figura de Santa Margarita inspira a todos los escoceses y es también una celestial protectora de los habitantes de nuestra tierra».
De acuerdo con el programa, los habitantes de Dumferline comenzarán el día visitando los lugares históricos vinculados a Santa Margarita, antes de participar en una procesión detrás de las reliquias de la santa. La jornada terminará con una misa celebrada por monseñor Cushley.
Esta peregrinación hunde sus raíces en el siglo XIII, más precisamente en el año 1250, 20 años antes de que naciera el famoso soldado escocés Willia Walace. Fue aquel año cuando se trasladaron las reliquias de santa Margarita (1045-1093) a la Abadía de Dumferline, donde medio siglo después sería también enterrado el rey de Escocia Roberto I, conocido como Robert the Bruce, sucesor de Wallace como Guardián de Escocia. De ése traslado de las reliquias de santa Margarita surgió una peregrinación que se celebró hasta el siglo XVI y luego, de 1899 a 1974.
Santa Margarita se convirtió en Reina de Escocia en 1070 y destacó tanto por la buena influencia que ejerció sobre su esposo, el rey Malcolm III, como por su piedad y sus innumerables obras caritativas, al tiempo que educaba a ocho hijos. Fue declarada Patrona de Escocia en 1673.