Los chinos católicos de Valencia ya cuentan con su primera parroquia - Alfa y Omega

Los chinos católicos de Valencia ya cuentan con su primera parroquia

El templo, bajo la advocación de Nuestra Señora de Sheshan, celebra la Misa en chino, así como la formación religiosa

AVAN
Foto: AVAN / Javier Peiro.

La comunidad de católicos chinos de Valencia cuenta ya con una «parroquia personal» bajo la advocación de Nuestra Señora de Sheshan, que tiene su sede en el templo de Santa María Goretti, en la Gran Vía Germanías, según ha dispuesto el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares.

En ella se ofician Misas en su lengua y reciben formación religiosa en reuniones semanales, según Esteban Liu, sacerdote chino encargado de esta parroquia.

La parroquia Nuestra Señora de Sheshan «concentra la actividad dirigida a los católicos chinos que antes se realizaba en Santa Ana y San Valero, en Valencia, centrada sobre todo en formación religiosa para que los feligreses sepan explicar y compartir su fe».

Para llevar a cabo su misión formativa, el párroco se reúne una vez por semana con el grupo Casa de José, en el que participan de forma activa 20 hombres, para «leer la Biblia, entenderla y meditar sobre sus enseñanzas». Por su lado, el grupo Casa de Marta, en el que toman parte 25 mujeres, celebra encuentros quincenales con las religiosas dominicas chinas que colaboran en las actividades parroquiales.

También hay otros cuatro grupos de fieles con los que «realizamos una lectura continuada de la Biblia, para que la Palabra de Dios puedan orientar sus vidas, abriendo un nuevo horizonte, porque la Palabra te cambia y en la parroquia ya hemos notado estos cambios, porque entre ellos comparten la fe», ha añadido Liu.

Igualmente, cada jueves el párroco realiza una predicación de la Biblia «sobre los grandes temas para, desde este punto de vista, mirar nuestras vidas».

La Palabra también llega a través del móvil

Pero, además de la actividad presencial, Liu envía cada día, en un grupo de WhatsApp al que pertenecen 110 feligreses, «un mensaje de audio en chino con una meditación sobre las lecturas o el Evangelio del día, idea que surgió porque algunas personas que no podían asistir a las reuniones me pedían que les enviara las reflexiones de algún modo, y qué mejor manera de llegar de forma directa que a través del móvil».

Estos audios «duran como máximo diez minutos, y solo con que una de las personas que los reciben lo escuche vale la pena compartirlo, porque así llega la Palabra de Dios, que es alimento diario necesario, no debe ser algo extraordinario, solo los domingos».

Misa en chino, todos los domingos por la tarde

Precisamente los domingos, a las 17:30 horas, se celebra la Misa en chino «en la que suelen participar unas 200 personas, y si hay alguna celebración especial, hasta 300». En la eucaristía intervienen los coros de la parroquia, que ensayan todas las semanas, uno formado por 20 niños de entre 8 y 10 años, y otro con 18 adolescentes y jóvenes.

Además, la parroquia cuenta con grupos de catequesis de Primera Comunión «en los que incidimos, especialmente, en que sepan valorar que lo importante no es el día de la celebración sino lo que significa y lo que viene después, por eso es muy necesaria la formación posterior».

A este grupo pertenecían seis niños que el pasado 15 de agosto, fiesta de la Asunción de María, recibieron la Primera Comunión en la parroquia después de dos años de preparación, «en una celebración que vivimos con mucha alegría con sus familias y con toda la comunidad».

También organizan un retiro mensual «para compartir en comunidad, durante una jornada, la oración, la celebración de la misa, charlas y comer todos juntos, y solemos participar alrededor de 40 personas».

Por último, todos los jueves, desde las 11 hasta las 18:30 horas, hay turnos de adoración al Santísimo «porque la oración es la fuente original de todo tipo de evangelización», según Liu, que ha subrayado que precisamente la «evangelización de calle, para llegar y llevar la fe a personas desconocidas, es el siguiente paso que queremos dar, una vez terminemos la primera fase de formación».