En el año 1879, durante el episcopado del cardenal Payá, tuvo lugar el redescubrimiento de los restos de Santiago apóstol y sus discípulos, Teodoro y Atanasio, tras siglos ocultos en el trasaltar de la catedral. La posterior bula Deus omnipotens del Papa León XIII confirmó la autenticidad de las reliquias e incidió en el impulso a la recuperación de las peregrinaciones a Compostela, sobre todo en los años santos. Fue el punto de partida para la revitalización del fenómeno jacobeo desde una perspectiva moderna, algo en lo que jugó un importante papel el cardenal Martín de Herrera, arzobispo de Santiago durante cinco años santos: 1891, 1897, 1909, 1915 y 1920.
Durante el episcopado de Martín de Herrera también se encuentran diversas actuaciones en el complejo catedralicio que dieron lugar a nuevos encargos y obras, con la participación de algunos de los artistas gallegos más destacados de la época. Estas intervenciones tuvieron un carácter restaurador y de actualización del discurso para su adaptación a los peregrinos del siglo XX, los cuales no debían perder de vista a sus antecesores y a la rica tradición jacobea. En el citado contexto se encuentra el último gran trabajo pictórico hecho, hasta la fecha, para la catedral de Santiago: el Tríptico de Pentecostés, obra del compostelano Juan Luis López, con la cual concluyeron las labores de remodelación de la capilla de Sancti Spiritus y que formaría parte de la línea pastoral del Año Santo compostelano de 1920.
En el mismo museo se celebra, desde el 18 de julio y hasta el próximo enero, una exposición sobre los paneles que el referido Juan Luis López pintó para el pabellón de Galicia en la Exposición Iberoamericana celebrada en Sevilla en 1929. Se trata de ocho paneles en guache sobre lienzo en los que, en línea con el nuevo auge de las peregrinaciones a Santiago, se desarrolla un programa iconográfico centrado en la catedral compostelana y la tradición jacobea, omnipresente en el arte de la Casa del Señor Santiago.
Son dos ejemplos de la presencia y significación del arte en el ámbito de las peregrinaciones a Compostela y cómo este formó parte de las iniciativas que sentaron las bases de lo que hoy en día, cien años después, es un fenómeno en continuo crecimiento que se acerca a un nuevo Año Santo, que llegará el 31 de diciembre de 2020 con la apertura de la Puerta Santa de la catedral de Santiago. Sin duda, para entonces, una vez más arte y fe llegarán de la mano al servicio del culto apostólico.
Ramón Yzquierdo Peiró
Museo Catedral de Santiago