El sacerdote que investigó la causa de Chesterton: «Ha mejorado mi relación con Dios»
Aunque se reconoce «decepcionado» por que su obispo no haya abierto la causa de canonización de G. K. Chesterton, el padre John Udris se siente un privilegiado por haber podido investigar durante cinco años la vida y escritos del autor inglés
En septiembre de 2013, el sacerdote inglés John Udris recibió del obispo de Northampton, monseñor Peter Doyle, el encargo de investigar si era conveniente abrir la causa de canonización del escritor converso Gilbert Keith Chesterton. Udris parecía la persona más adecuada porque había sido párroco de Beaconsfield, la localidad a la que Chesterton y su mujer se mudaron en 1909 y en la que vivieron hasta la muerte del autor, en 1936. A raíz de eso, había comenzado a interesarse por su figura y su obra.
Además, al ser director espiritual del seminario de Birmingham, podía tener más tiempo disponible que la mayoría de sacerdotes de una diócesis pequeña como la de Northampton.
A día de hoy, a pesar de que su obispo finalmente haya decidido no abrir la causa, se siente un privilegiado por «haber podido conocerlo de una manera que de otra forma no habría tenido la oportunidad. Naturalmente, me decepciona la decisión del obispo. Pero no me arrepiento de haber hecho esta investigación», que le llevó cinco años.
Carta a su viuda
Una de las partes favoritas de su trabajo, explica, fue leer todas las cartas que su viuda, Frances, recibió después de su muerte. «Muestran el cariño y la estima que se le tenía en todo el mundo ya en su época. Muchas decían todo lo que les había ayudado a cambiar sus vidas».
Udris valora mucho también el haber tenido ocasión, por ejemplo, de dedicar bastante tiempo a leer buena parte de una obra casi inconmensurable, compuesta por ensayos, novelas, poesía, y probablemente miles de artículos periodísticos. «Ha sido refrescante, como darse una buena ducha purificadora».
«Claridad y caridad»
De sus escritos, lo que más le ha llamado la atención del sacerdote es «la claridad de su pensamiento y su caridad», que hace que a pesar de su inteligencia «nunca parezca arrogante. Siempre se hace patente su humildad y su esperanza de que otros puedan compartir la felicidad que él encontró en la fe católica».
Todas estas lecturas han servido a John Udris en sus otras tareas pastorales. Por ejemplo, «las he usado en la predicación, en el acompañamiento espiritual y para dar retiros».
Pero, sobre todo, «han sido una influencia positiva en mi propia relación con el Señor y en mi mirada sobre la vida. Gracias a Chesterton he crecido en gratitud y asombro», dos de las características más presentes en sus libros, y que fueron uno de los principales impulsos en su acercamiento al catolicismo. «Es por lo que más agradecido estoy», subraya Udris.