«La pila bautismal hallada en Belén es un misterio»
La pila bautismal descubierta en la basílica de la Natividad de Belén «de momento solo aporta misterio. Los expertos no saben cómo interpretar» su hallazgo. Lo cuenta a Alfa y Omega Cayetana Johnson, profesora de arameo y hebreo antiguo en la Universidad Eclesiástica San Dámaso y arqueóloga en Tierra Santa
La pila bautismal, cuyo descubrimiento se anunció el sábado, está datada entre el año 501 y el 600. Se ha encontrado dentro de un bloque macizo de piedra, octogonal, que también se utilizaba como pila bautismal.
«Originalmente el bloque macizo estaba al lado del altar de la basílica, donde todavía hoy se ve la huella que dejó –explica Johnson–. Luego los cruzados la trasladaron en el siglo XII a la zona sur» del templo. En ella, estaba escrito «para el recuerdo, el descanso y el perdón de los pecados de aquellos cuyo nombre el Señor conoce».
Al abrir este bloque en el marco de la restauración del templo iniciada en 2008, se encontró la nueva pila bautismal, con forma de copa. Estas pilas bautismales comenzaron a utilizarse en el siglo IV, cuando se empezó a abandonar la práctica de los bautismos por inmersión. «Es una pieza maravillosa, llena de dibujos y de huecograbados en la piedra», comparte la arqueóloga.
«La pregunta del millón es qué representa, porque tanto la pila con forma de copa como el bloque de piedra son de la misma época, y la de copa no estaba en un sustrato inferior, sino dentro de esta. ¿Por qué se preservó?», se pregunta.
Johnson comparte también que en torno al bloque de piedra original también existen «muchas leyendas preciosas. Se decía, por ejemplo, que era la cisterna donde cayó la estrella de los Reyes Magos, o donde bebieron sus caballos; incluso que los soldados del rey David bebieron de ella».