El abad de Montserrat: «La Iglesia está intentando tender puentes en Cataluña»
El religioso benedictino ha afirmado también que la Iglesia en España sigue el camino del Papa Francisco en la respuesta a los abusos sexuales a menores
El abad de Montserrat, Josep María Soler, ha señalado que «la Iglesia en España y la Iglesia en Cataluña también está intentando tender puentes y favorecer el diálogo para superar la situación difícil» en que se encuentra el país en la actualidad o en la que se pueda encontrar «en el futuro».
En una entrevista concedida a TRECE, Soler ha insistido en que es necesario «seguir por el camino del diálogo, del respeto a los demás, dejando de lado la cultura del insulto y del desprecio». En este sentido, ha recordado que «la Iglesia tiene entre sus miembros personas muy plurales, políticamente hablando, y eso puede favorecer el encuentro».
Abusos a menores
El abad de Montserrat no ha querido dejar de lado otra de las cuestiones que marcan la actualidad como es la protección a los menores y ha explicado que han puesto en marcha «una comisión independiente del monasterio para esclarecer situaciones pasadas».
Según ha indicado, se harán públicos los resultados de esta investigación, porque su intención es conseguir la «transparencia total». «Además, se han establecido protocolos para que no vuelva a suceder con un mayor control en la admisión de candidatos con el fin de asegurar que están equilibrados para cumplir el compromiso de la castidad», ha declarado en su intervención.
Soler ha recordado que «el mensaje del Papa Francisco es tolerancia cero contra los abusos en todos los frentes» y que la Iglesia en España está «en la vía del Papa».
Mil años de Ora et labora
Por otra parte, Soler ha hablado de los 1.000 años que cumple la Fundación del Monasterio de Montserrat y, ante este aniversario, ha destacado la responsabilidad que supone. Soler ha afirmado que «Montserrat es un lugar de gracia especial de Dios para creyentes y no creyentes». «Damos un mensaje de acogida y de oración para ofrecer un lugar de paz y silencio que favorezca el encuentro con uno mismo», ha explicado.
A su juicio, este silencio «no es incompatible con las nuevas tecnologías». «Es una continuación de lo que hicieron en el Siglo XV con la imprenta; coger lo más moderno e integrarlo», ha apostillado, para añadir que un monje no puede estar desconectado de lo que viven sus hermanos en humanidad.
«La tecnología no solo nos aporta, sino que aportamos. Ofrecemos cánticos en streaming y la misa dominical a través de la televisión. Es un servicio para llegar a la gente que no puede ir a misa», ha concluido.