La Basílica Pontificia de San Miguel, primera iglesia en 3D

Cuando Paula Gómez y Marco Antonio Pérez atravesaron el umbral de la basílica Pontificia de San Miguel (calle de San Justo, 4) por primera vez, la solemnidad y la belleza de este templo barroco de reducidas dimensiones pero de gran valor arquitectónico les abrumaron. Con el objetivo de trasladar su riqueza artística a todos los rincones del mundo, le propusieron al rector, Juan Ramón García-Morato, emprender un viaje virtual por cada espacio y cada detalle a través de la tecnología 3D más pionera del sector.

«Cuando me nombraron rector hace cuatro meses, pensé en renovar la web, pero esta propuesta me fascinó, es una manera de permitir a todo el mundo encontrarse con la belleza de este sitio», expresa a este diario García-Morato, que considera que el resultado ha quedado «espectacular». La presentación de este tour en profundidad ha coincidido con el «torneo de iglesias» que ha organizado el Museo Catedral de la Almudena entre 32 templos madrileños, donde el de San Miguel ha logrado pasar a la semifinal.

Para Gómez y Pérez, propietarios de Fiutour, esta ha sido la primera inmersión en el mundo del arte, hasta ahora sólo habían trabajado con el sector hostelero. «La tecnología Matterport no ha llegado aún España, lo más parecido es el sistema 360º que tiene el Museo del Prado, pero éste método no da progresión ni profundidad», explica Gómez a ABC. «La cámara que usamos emite una luz infrarroja que rebota en las paredes y hace un mapeado de la estructura, por eso es mucho más fiel a la realidad», indica esta arquitecta madrileña, que escaneó durante unas 5 horas los 1.150 metros cuadrados que tiene la basílica en sus tres dimensiones.

Observar con el sosiego y el detalle que cada visitante quiera la imagen del Santísimo Cristo de la Fe y del Perdón, la obra del siglo XVIII que la Hermandad de los Estudiantes saca en procesión cada Domingo de Ramos, es, gracias a este sistema, una posibilidad al alcance de todos. Los visitantes virtuales también podrán adentrarse en la cripta, en la que hasta 1927 estuvo enterrado el compositor italiano Luigi Boccherini, que murió en Madrid. El último reto que les queda por culminar es la recreación del coro, para que quede retratado para la historia el que es uno de los órganos con mejor acústica de Europa.

Marta R. Domingo / ABC