El director Sean Anders, autor de comedias de temática familiar —más bien mediocres— como Desmadre de padre (2012), Padres por desigual (2015) y Dos padres por desigual (2017), nos ofrece su mejor película en esta cinta protagonizada por uno de sus actores habituales, Mark Wahlberg. Le acompañan en el reparto Rose Byrne, Octavia Spencer y la cantante juvenil Isabela Moner. El guion está escrito entre Anders y su guionista habitual, John Morris, experto también en comedietas poco memorables como Dos tontos todavía más tontos (2014) o Somos los Miller (2013).
El argumento de Familia al instante se desarrolla en la California actual, y trata de un joven matrimonio formado por los interioristas Pete y Ellie. Aún no se han planteado seriamente tener hijos cuando descubren en internet la realidad de los menores tutelados que esperan en residencias la aparición de una familia de acogida. Dan el paso, y se deciden a acoger a tres hermanos latinos: Lizzy —una adolescente rebelde—, Juan —tímido y asustadizo— y la pequeña Lita —habituada a rabietas endemoniadas—. Una vez pasada la luna de miel comienzan a surgir los verdaderos problemas que desbordan por completo a los nada experimentados padres de acogida.
El tono de la película es fundamentalmente cómico —como no podía esperarse menos de sus autores—, lleno de gags y diálogos ciertamente divertidos. Eso permite muchas cosas buenas, pero también impide una hondura a la que se llegaría fácilmente en el típico drama indie. Un acierto del filme es que toca muchas cuestiones importantes de las experiencias de acogida: las dificultades para establecer los vínculos, la relación con la familia biológica, el papel de los técnicos de la Administración, el rechazo de los adolescentes… Se nota que el director se ha documentado suficientemente sobre ese mundo y sus aristas legales. Por otra parte, las escenas que se desarrollan en las sesiones de apoyo que ofrece la Administración, aparte de ser muy divertidas, permiten conocer una abanico de experiencias reales que pueblan el mundo del acogimiento y la adopción: madres solteras, parejas de gays…, así como personas con motivaciones muy diversas, desde las religiosas —tratadas de forma muy caricaturesca— hasta las más peregrinas.
Sin embargo hay dos puntos flojos en el planteamiento: el primero, que las razones del matrimonio protagonista para acoger son poco profundas y muy sentimentales; el segundo, el desenlace que han escrito de la trama de la madre biológica es muy decepcionante porque confirma la teoría tan extendida de que «cuanto más lejos, mejor».
El tono general del filme es muy yanqui, y por eso pueden chocar algunas situaciones, como una Feria de Acogida que en España sería impensable incluso desde un punto de vista legal. Y el final es de un sentimentalismo happy end que dará grima a más de uno. Pero globalmente la película es muy simpática y divertida, y sobre todo da a conocer de manera bastante aceptable la realidad del acogimiento y contribuye a difundir la necesidad de familias de acogida, algo realmente urgente.
Sean Anders
Estados Unidos
2018
Comedia
+7 años