Con 70 camioneros ante el Papa: «Ha reforzado nuestro sentido de pertenencia a la Iglesia»

24 de diciembre de 1962. 20:00 horas. El sacerdote José Medina Pintado decide hacer autostop para que algún coche le acerque a la parroquia de Somosierra, donde tenía intención de celebrar la Misa del Gallo. El que para es un camionero, que rápidamente entabla conversación con el cura y le cuenta que por culpa de una avería en el motor no llegará a tiempo para cenar con su familia aquella Nochebuena.

En aquel momento, Pintado se da cuenta de la necesidad de salir al encuentro de quienes gastan su vida en la carretera. De esta forma, la Pastoral de la Carretera nació en su corazón y cinco años después, en 1967, en el de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que creó el departamento de Apostolado de la Carretera.

Desde entonces, la Iglesia trabaja en este campo «para alentar el anuncio y la vivencia de la fe cristiana de los profesionales de la carretera, conductores, peatones y viajeros en el uso de la vía pública y de los vehículos», explican desde la CEE.

En la actualidad, el departamento está conducido por el sacerdote José Aumente, que acaba de regresar de Roma junto a un grupo de 70 camioneros, taxistas, conductores profesionales, policías, guardias civiles… «Hemos acudido en peregrinación para celebrar nuestro cincuenta aniversario y para conmemorar el viaje que un grupo de camioneros españoles hicieron a Roma en 1968 para saludar y recibir la bendición del Papa Pablo VI», explica Aumente a Alfa y Omega.

Emulando a sus antecesores

Al igual que sus antecesores, la comitiva también ha podido encontrarse con el sucesor de Pedro. «Pudimos estar con el Papa Francisco el miércoles al finalizar la audiencia general. Estuvo muy cariñoso con nosotros. Le estuve explicando la estola conmemorativa de nuestro 50 aniversario y le pedí permiso para ponérsela», asegura el director del departamento.

Por su parte, el Pontífice «aceptó gustoso, escuchó con atención las explicaciones» de José Aumente y al final «nos felicitó y nos animó a seguir en esta tarea de la carretera». El Papa es muy sensible a este tema. Hay que recordar que en 2014 tres familiares de Bergoglio murieron en un accidente de coche, lo que provocó un profundo dolor en el entonces recién nombrado Papa.

Peregrinación a Roma

La peregrinación se ha celebrado entre el 16 y el 20 de septiembre y, según el responsable del departamento, «ha sido una experiencia muy reconfortante para todos los que han acudido. Ha reforzado nuestra sentido de pertenencia a la Iglesia y estamos todos entusiasmados», asegura José Aumente.

Durante el periplo, los peregrinos han celebrado diversas Misas en tres lugares significativos para la Pastoral de la Carretera. «La primera fue en la iglesia de Domine quo vadis, que es la Iglesia donde Jesús se encuentra con Pedro, que está huyendo de Roma. El encuentro se produce en la calzada romana y le hace reflexionar a san Pedro y volver. El sentido que le hemos dado a esta Misa es el de Jesús sale a tu encuentro, Jesús está también la carretera, hace el camino contigo y te alienta».

La segunda Eucaristía fue en el Vaticano, junto a la tumba de san Pedro. «Allí también rezamos un credo y quisimos reforzar el mensaje de que somos y nos sentimos iglesia». La última celebración tuvo lugar en Santa María la Mayor. «Elegimos este lugar porque en el año 1968 se publicó el primer cartel del Apostolado de la Carretera con el lema: “Dios nace también en tu coche si le abres el corazón”. Es decir, que el coche puede ser un cuna para el niño Jesús. Y precisamente en Santa María la Mayor se conserva la reliquia del pesebre de Jesús. También el coche puede ser el lugar donde meter a Jesús en nuestra vida».

La comitiva ya se encuentra de vuelta en España y en las próximas semanas se volverán a encontrar, entre el 15 y el 18 de octubre para celebrar unas jornadas de delegados de Pastoral de la Carretera. En ella, estarán presenten un gran número de laicos. «El laicado en la Pastoral de la Carretera ha despertado de forma sorprendente. Hay muchos delegados que son laicos, policías, guardias civiles… y eso nos da mucha riqueza, y mucha incidencia, porque su vida está en la carretera».