Enfermos evangelizadores
El neosacerdote Salvatore Mellone, ordenado la semana pasada en su habitación del hospital gracias una dispensa especial debido a su estado de cáncer terminal, ha escrito una hermosa carta de agradecimiento en la que dirige unas palabras a los enfermos. «Sois la encarnación de la Buena Noticia», les dice. Éste es el texto de la carta:
«Desde mi corazón pobre pero lleno de caridad, lugar en el que la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, reina como una llama dulce, que da calor e ilumina, elevo a Dios la alabanza alegre de mis días, por su amor sin fin que ha querido sembrar en mi vida; una vida sencilla y bella, y sin embargo rica en un dolor que es común a muchas personas, sobreabundante de gracia, más allá de tantas de mis miserias personales. ¡Cuánta alegría hoy! ¡Cuánta alegría desde hoy! ¡Cuánta alegría, no sólo hoy!
Gracias a todos los enfermeros y a los médicos, que han tenido el corazón del Buen Samaritano. Y también gracias a todos los enfermos y convalecientes que he encontrado en este tiempo de lucha extenuante contra la enfermedad que llevo dentro. Sois mis evangelizadores. Lo sois todavía. Sois la encarnación de la Buena Noticia, a pesar del misterio.
Cuando Jesucristo me dice: Ve a ellos, sal al territorio del sufrimiento, me pide que lleve una mirada, al menos una caricia que pueda abrir, en una vida dañada, el sentido de una vida plena, pura, resucitada en la caridad que lo contiene todo. Y repito con San Pablo, que estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni lo presente ni lo futuro, ni ninguna criatura nos podrá separar del amor de Dios en Cristo Jesús, Dios nuestro».
Aquí la ordenación de Don Salvatore en su habitación del hospital: