«Cuando me acerco al Sudario de Oviedo me hace sentir el sacrificio del Señor»
Este lunes, José Manuel Orenga, asociado del Centro Español de Sindonología, pronunciará en Madrid una conferencia sobre El Sudario de Oviedo y sus coincidencias con la Sábana Santa de Turín. «Me sentirá muy gratificado si con mi conferencia consigo que alguien del auditorio piense en ir alguna vez a Oviedo y venerar el Sudario como se merece», afirma a este semanario
José Manuel Orenga ha tenido la suerte de ver y tocar el Sudario de Oviedo, que según la tradición, es «el lienzo que cubrió la cara de Jesucristo en la cruz después de su muerte», momento en el que se formaron sus características manchas de sangre. «Cada vez que me acerco a él desde el punto de vista de la fe me hace sentir el sacrificio de Nuestro Señor por nosotros. El estudio y las conferencias sobre el Sudario, tratándolo académicamente como un objeto arqueológico, lo considero una forma más de proclamar la Palabra».
Orenga es diplomado en Teología y en Ciencias Bíblicas, y asociado al Centro Español de Sindonología (CES), nacido para estudiar las reliquias de Jesucristo. Este lunes, 13 de abril, impartirá una conferencia sobre El Sudario de Oviedo y sus coincidencias con la Sábana Santa de Turín. Será a las 19 horas en la asociación Fe Católica (calle Sagasta, 28, 2º). «Me sentirá muy gratificado si con mi conferencia consigo que alguien del auditorio piense en ir alguna vez a Oviedo y venerar el Sudario como se merece».
Este experto explica a Alfa y Omega que años de investigación han llevado a que numerosos estudiosos afirmen que «tanto uno como otro son lienzos funerarios utilizados sobre el mismo hombre, tal como afirma la tradición». Por ejemplo, en septiembre pasado, la ciudad de Bari acogió un encuentro en el que «científicos del CES aportaron ideas sobre la compatibilidad del Sudario y de la Síndone. Además, la doctora Marcia Boi, también del CES, con su estudio sobre el análisis de los pólenes encontrados en la Síndone, pudo comprobar que la gran cantidad de polen encontrado de la Helicrysum Sp y de otras plantas de la zona mediterránea» se debe a que esas plantas «se utilizaban para formar un ungüento funerario del primer siglo, lo que indica que la Síndone era un lienzo funerario de aquella época».
Hace poco más de un mes, «en la Universidad de Murcia, gracias al microscopio de barrido electrónico y al trabajo de los expertos del CES, se ha encontrado en el Sudario un grano del elemento que conformaba el mismo ungüento. Lo que confirma que ambos lienzos tenían un uso funerario a principios de nuestra era, dato que invalida la datación por el método del Carbono 14, según el cual la Síndone era de fabricación medieval». Además –añade–, «a falta de poder hacer una última comprobación directamente sobre la Síndone, estamos trabajando en identificar el mismo tipo de polvo en la zona de la punta de la nariz del hombre a quien cubrió tanto la Síndone como el Sudario».
«Cualquier cristiano debe sobrecogerse»
Pero, más allá de la información científica, Orenga opina que simplemente mirarlas debe servir para «recordar la Pasión de Jesús y el precio –como nos dice san Pablo– que pagó por nuestra redención. Las reliquias solamente tienen su efecto piadoso cuando se las ve con los ojos de la fe; de lo contrario solamente son objetos históricos, a lo sumo. Creo que cualquier cristiano debe sobrecogerse ante la vista de la sangre de Jesucristo. Si no hay colas millonarias ante el Sudario, se debe al desconocimiento general».
El Centro Español de Sindonología nació para estudiar las reliquias relacionadas con Jesús de Nazaret y, en particular, la Síndone de Turín. Desde 1989, cuando llegó a su conocimiento la existencia del Sudario de Oviedo, lo ha incluido en su ámbito de estudio. De hecho, «desde hace 25 años casi siempre ha habido unos cuarenta expertos estudiándolo, sacrificando sábados, domingos y otras fiestas». Otros miembros se dedican a otras reliquias, como el Santo Cáliz de Valencia, «que según todas las pruebas puede afirmarse que fue el cáliz utilizado por Jesús en la Última Cena».
Esta investigación se hace a través de su Centro de Investigación (EDICES), que ya ha presentado dos congresos internacionales en Oviedo. Además, en 2012 se organizó otro congreso internacional en Valencia sobre la Sábana Santa y el Sudario, y uno (no internacional), en la misma ciudad, sobre el Santo Cáliz. El CES también divulga su investigación a través de convenciones nacionales (están preparando la cuarta para otoño), y mediante la participación de sus miembros en eventos internacionales y publicaciones científicas. Además, sus miembros, allá donde están, organizan eventos locales.