En siete países de América Latina –México, Brasil, Perú, Guatemala, Colombia, Bolivia y El Salvador– al menos uno de cada cuatro adultos presenta un riesgo moderado o alto de ejercer algún tipo de violencia contra los niños. Así se desprende del Estudio de percepciones de la violencia contra la niñez en Latinoamérica elaborado el año pasado por la organización evangélica World Vision. Lo explica a Alfa y Omega Elvy Monzant, director ejecutivo del Departamento de Justicia y Solidaridad del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
El CELAM y World Vision, junto con Cáritas y la Federación Internacional Fe y Alegría, de los jesuitas, han organizado la Caminata Huellas de Ternura, un año de eventos en todos los países del continente. Este recorrido simbólico de 15.000 kilómetros acaba de comenzar en México, y concluirá en junio de 2019 en la Patagonia (Argentina).
La iniciativa «pretende sensibilizar sobre el impacto que la violencia verbal, física, psicológica o sexual tiene en el desarrollo de los niños y niñas, y proponer la crianza con ternura como una forma de protegerlos de forma integral. Tenemos que luchar contra la opinión que relaciona ternura con debilidad, con dejar que los niños hagan lo que quieran. No, las acciones de los niños deben corregirse, incluso castigarse, pero de formas alternativas a los golpes o correazos, los gritos y la ofensa». Para lograrlo, a lo largo del recorrido de la Caminata se invitará a padres y educadores a firmar el Pacto de la Ternura, con el objetivo de lograr un millón de adhesiones al llegar a la Patagonia.
En cada región, además, se abordarán problemas y formas específicas de violencia: el niño indígena como víctima de la industria extractiva en la Amazonía; la discriminación contra el niño negro en Haití; la migración, sobre todo de menores no acompañados, en Centroamérica; la explotación laboral en Brasil y Argentina; la desnutrición en Venezuela…
La Caminata comenzó el sábado en la frontera entre San Diego (Estados Unidos) y Tijuana (México) en una Misa con niños de ambos países. «Después, los de Estados Unidos pasaron a los mexicanos la cometa que va a ser el símbolo de toda la Caminata, y volaron otras cometas juntos». El domingo, en Ciudad de México, se celebró la Misa de la Ternura en la basílica de Guadalupe y una marcha de niños por la ciudad. La cometa permanecerá en cada país 15 días, durante los cuales se organizarán charlas en escuelas y parroquias, celebraciones, juegos, redacción de cuentos o visitas a proyectos que trabajan con niños.