Vida y espíritu de san Ignacio - Alfa y Omega

Vida y espíritu de san Ignacio

José Francisco Serrano Oceja
Foto: ABC.

De san Ignacio de Loyola nunca es bastante lo que se escriba. Y menos si es de carácter divulgativo. De ahí que este libro, esta biografía completa de san Ignacio a través de su Autobiografía, adquiera en este momento eclesial una particular relevancia. En primer lugar por el biografiado. La vida de san Ignacio, y su obra, sigue siendo una de las historias personales más atractivas de la Iglesia y de la humanidad. En el trípode del carisma ignaciano, conocer, amar y seguir, todo lo que contribuya a conocer, bienvenido sea. Y sabiendo más de san Ignacio se sabe, sin duda, de la Compañía de Jesús y de los jesuitas, y sobre todo de la espiritualidad ignaciana. Y, segundo, hay que destacar que esta biografía, en cierta media apasionada, está escrita por un sacerdote no jesuita, pero imbuido del espíritu ignaciano. Como dice el padre Manuel Ruiz Jurado en el prólogo de este libro, «nace del amor y devoción de Pablo hacia san Ignacio y de la convicción de lo que ha de ser un santo canonizado en la vida de la Iglesia: ejemplo e intercesión. Ayuda para la vida mejor de los fieles de cada época y civilización».

En un acto de presentación de este libro, el padre José García de Castro, de la Universidad Pontificia de Comillas, insistió en que son varios e importantes los libros ignacianos publicados en la BAC sobre este santo y su constelación vital. Por ejemplo, la nueva edición revisada y aumentada de las Obras de san Ignacio de Loyola (ed. del padre Manuel Ruiz Jurado, 2013); la gran biografía des san Ignacio: San Ignacio de Loyola. Nueva biografía (R. García-Villoslada 1986), publicada en la BAC maior, una biografía, por ahora definitiva, amena y escrita con devoción sin perder por ello profundidad y rigor académico; El peregrino de la voluntad de Dios. Biografía espiritual de san Ignacio de Loyola (M. Ruiz Jurado, 2005), así como la edición de los Ejercicios Espirituales junto con la Imitación de Cristo de Tomas de Kempis, también agotados. Este elenco solo en la BAC. En otras editoriales, centenares, de entre los que no puedo olvidar el clásico de José Ignacio Tellechea, Ignacio de Loyola. Solo y a pie, por ejemplo, sin hacer de menos a las de Ruiz Jurado, P. M. Lamet, A. Ravier, I. Iglesias, C. de Dalmases, I. Casanovas, entre otras.

Nos podemos preguntar, por tanto, qué aportación específica contiene este nuevo libro. En palabras más acreditadas, las del padre García de Castro, nos encontramos ante un comentario profundo de la autobiografía que combina de forma adecuada tres puntos: «El rigor de un estudio largo y prolongado sobre el texto y la figura de san Ignacio, un modo de comunicar ese saber de manera ágil y cercana, atractiva para un amplio público y la invitación a orar, a poder aproximarse a la experiencia de san Ignacio reflejada en este texto haciendo de la lectura una experiencia espiritual». Un libro que permite, con notable erudición, incluso para las nuevas generaciones, adentrarse en el contexto, de realidades básicas espirituales como el discernimiento, la unidad de vida interior, la coherencia. Hay que agradecer al autor la estructura clara: diez lugares emblemáticos de Ignacio, diez propuestas de comentario, que nos permiten tener con más plasticidad idea del qué y del cómo de los acontecimientos de la vida de Ignacio. No extraña pues que el autor confiese que es la obra de su vida.

El peregrino de Loyola. La autobiografía de san Ignacio, escuela de discernimiento espiritual
Autor:

Pablo Cervera Barranco

Editorial:

BAC