La aplicación del plan contable será plena en dos o tres años
Es el plazo que la Conferencia Episcopal Española estima para que este y el software de gestión único se usen en la totalidad de las diócesis y parroquias
La Iglesia celebra este domingo el Día de la Iglesia Diocesana, jornada para concienciar a los fieles de la importancia de contribuir en el sostenimiento de su comunidad, lugar donde viven la fe. El lema Somos una gran familia contigo remite a esta idea y nos invita a ayudar a nuestra parroquia con cualidades, tiempo o dinero. «Somos la familia de los hijos de Dios y como familia todos somos corresponsables de su labor y de su sostenimientos», se puede leer en la campaña lanzada por la Conferencia Episcopal con motivo de este día. Es tiempo también para que las diócesis y parroquias, en un ejercicio de transparencia, rindan cuentas de lo que han recibido y a que lo han destinado.
De su labor y de su sostenimiento
Precisamente, en este apartado de la transparencia, la Iglesia viene dando pasos muy importantes después de la aprobación y la puesta en marcha de un plan contable que pretende homogeneizar los procedimientos contables de diócesis y parroquias. En conversación con Alfa y Omega, el vicesecretario de Asuntos Económicos, Fernando Giménez Barriocanal, señala que este camino «es lento, pero seguro». Y explica: «De lo que se trata es de adaptar el plan contable para entidades sin ánimo de lucro a las peculiaridades de la diócesis y parroquias. Desde la Conferencia Episcopal lo hemos ofrecido a las diócesis como un mecanismo de homogenización y que va a estar unido a un software de gestión que se está implantando en 15 diócesis. Así se podrá unificar la información, lo que permite de una forma sencilla posible conocer de cuántos recursos dispone la Iglesia y a qué los aplica y con qué criterios».
Giménez Barriocanal se pone como objetivo que en dos o tres años, el nuevo sistema contable esté en marcha y que todos, dentro de la Iglesia, contabilicen de la misma manera. En este sentido, afirma que hacer las cosas de esta manera permite cumplir las dos finalidades que tiene la contabilidad, la de «comunicar a la sociedad de una manera homogénea, única y comprensible el funcionamiento económico». A nivel interno, apunta, cuando los criterios son únicos se pueden comparar instituciones y, por lo tanto, «asignar los recursos de una manera adecuada, pues puede haber parroquias que necesiten más recursos que otras». «La contabilidad es muy importante y no es una cosa solo de técnicos», explica.
Hay que tener en cuenta para valorar la dimensión de lo que está realizando la Iglesia en España que cuando el Estado instauró la primera contabilidad a nivel de entidades locales, se trabajaba con 8.000 ayuntamientos. «Nosotros tenemos 23.000 parroquias, además de las entidades que están inscritas en el Registro de Entidades Religiosas, cada una con su peculiaridad».
Sobre el portal de donaciones que puso en marcha el pasado año la Iglesia, que permite a cualquier fiel realizar aportaciones a parroquias concretas, diócesis y a la Conferencia Episcopal, Giménez Barriocanal aseguró que está funcionando «de forma dispar» en cada diócesis. «Unas han trabajado en este sentido y se está notando, mientras otras están utilizando otras herramientas», explicó. Está prevista una reunión en enero de los ecónomos de todas las diócesis para analizar el primer año de esta herramienta y extraer datos concreto que luego se presentarán a la opinión pública.
La Conferencia Episcopal Española recibió un total de 249.614.000 euros procedentes de la asignación tributaria, según los últimos datos disponibles, del año 2015. El 81 % de estos recursos se envían directamente a las diócesis españolas para la realización de sus actividades pastorales y asistenciales, mientras que el 19 % restante se distribuye en seguridad social del clero, retribución de los obispos, proyectos de rehabilitación y construcción de templos, Cáritas diocesanas, actividades pastorales en España y en el extranjero, y otros.
Este Fondo Común Interdiocesano supone de media un 24 % de los recursos disponibles de las diócesis, aunque para las de menor tamaño puede representar hasta el 80 % del total de sus recursos. Como media, el resto de ingresos de las diócesis españolas proviene de las aportaciones voluntarias de los fieles (36 %), ingresos corrientes (21 %), ingresos de patrimonio (12 %), ingresos extraordinarios (5 %) y préstamos (2 %).
Después, cada diócesis, una vez recibida la cantidad que le corresponde, procede a su reparto atendiendo a las normas propias de organización económica diocesana. En términos medios los gastos de las diócesis españolas se centran en acciones pastorales y asistenciales (25 %), conservación de edificios y gastos de funcionamiento (27 %), retribución del clero (20 %), retribución del personal seglar (12 %), aportación a centros de formación (6 %), y otros gastos extraordinarios (10 %).
En el apartado celebrativo, en 2015 hubo en España 231.254 Bautismos, 240.094 Primeras Comuniones, 51.810 Matrimonios y 115.164 Confirmaciones. Además, 1.476.918 alumnos se forman en centros católicos; las actividades relacionadas con el patrimonio cultural de la Iglesia supusieron casi un 3 % del PIB; y 4.791.593 personas fueron acompañadas y atendidas en alguno de los 8.966 centros sociales y asistenciales de la Iglesia en nuestro país.
Con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, la diócesis de Madrid ha presentado las cuentas del ejercicio 2016 –ingresos y gastos– y una memoria de las actividades realizadas en el campo caritativo y asistencial, educativo y cultural.
Durante el año 2016, la diócesis ingresó 86.016.895,91 euros: los fieles aportaron más de 48,1 millones de euros (55,97 % del total) mediante colectas, suscripciones, donativos, Cáritas parroquiales, herencias y legados; al tiempo que los ingresos procedentes de la asignación tributaria fueron de 17,8 millones de euros (20,75 %).
Las mayores inversiones fueron a parar a acciones pastorales y asistenciales, a las que se dedicaron 41,9 millones de euros (48,72 %), con entregas a entidades diocesanas como Cáritas Madrid o Manos Unidas por valor de casi 6,2 millones de euros. Asimismo, se destinaron casi 22,3 millones de euros a retribuciones de sacerdotes y personal; 6,7 millones a centros de formación, y 1,5 millones de euros a conservación de edificios.
Madrid cuenta con 1.543 sacerdotes (de los 18.576 nacionales), 2.136 religiosos (de los 55.367 nacionales), 481 parroquias (de las 22.999 nacionales) y 35 monasterios (de los 827 que hay en toda España). Y dispone de 5.016 catequistas y 247 centros religiosos. Gracias a su labor, en 2015 se celebraron 14.139 Bautizos, 14.434 Primeras Comuniones, 4.831 Confirmaciones y 2.514 Matrimonios.
Asimismo, la diócesis cuenta con 739 centros sociales y asistenciales que en 2015 permitieron atender a 135.319 personas; 10.763 voluntarios de Cáritas; 595 proyectos de cooperación al desarrollo, y 62 bienes de interés cultural.
«Gracias a la oración y la ayuda material, la Iglesia en Madrid podrá seguir anunciando el Evangelio y los hijos de Dios tendrán vida, y vida en abundancia», recuerda el cardenal Osoro.