De él han dicho:
Una llamada de teléfono y una sola pregunta: ¿Qué podría decirme usted sobre Escrivá de Balaguer? Después de unos minutos de silencio, cada uno de los entrevistados -casi al asalto- han expresado lo primero, y quizás por eso lo que consideran más importante, de lo que les ha quedado del nuevo santo. Todos guardan una relación más o menos cercana con el Opus Dei, y algunos de ellos incluso llegaron a convivir con Josemaría Escrivá
El Beato Josemaría entendía la libertad como el mejor camino para servir a Dios, y con ella consiguió cuanto se propuso realizar. También el arte necesita de la libertad para encontrar la grandeza de un lenguaje que nace del sentimiento y que nos sirve igualmente para descubrir al Creador.
Venancio Blanco Martín
Escultor
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Conocí al fundador del Opus Dei durante la investidura de doctores honoris causa de la Universidad de Navarra. Era estudiante de periodismo en esta universidad y él pronunció una homilía, Amar al mundo apasionadamente, que está recogida en su libro Conversaciones. A pesar de que ya sabía lo que era el Opus Dei, aquella homilía, que escuché con oídos de joven sin experiencia de vida, me llegó muy adentro, porque mi vocación de periodista era muy fuerte, y me gustaba y me sigue gustando el mundo. Me abrió una dimensión completamente nueva, abrió mis ojos del alma, viendo que, efectivamente, el mundo era algo que Dios había hecho y que ha puesto en nuestras manos. Que si se dirige hacia Dios es bueno, y que estamos aquí con la misión específica de tener el mundo en nuestras manos y llevarlo hacia Dios.
Pilar Cambra
Periodista
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Tuve la fortuna de conocer personalmente al Beato Josemaría en 1972. Fui consciente inmediatamente de que me encontraba ante un santo, y me hizo ver que una persona como yo, lleno de limitaciones, podía hacer también cosas por los demás. Son muchos los pensamientos que recuerdo de sus gratas conversaciones, pero, por mi trabajo durante estos años, he recordado con frecuencia una frase cargada de verdad, y no exenta de humor: Seamos tú y yo mejores, y habrá dos pillos menos.
Juan Cotino
Delegado del Gobierno en Valencia
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Estoy muy agradecido al Beato Josemaría, porque mis dos hijos se han educado muy bien en la Universidad de Navarra. A mí me han operado varias veces en su Clínica universitaria de Pamplona, de manera que hay agradecimiento por todos los sitios. De su obra en el mundo habría que hacer un análisis muy detallado y muy grande, porque es una obra ingente, es una obra hermosa, muy grande y no lo sé explicar en dos palabras.
Rafael Frühbeck de Burgos
Compositor y director de orquesta
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El impacto de Josemaría Escrivá en mi vida llegó a través de una frase muy breve. Decía textualmente: Hay que envolver el mundo en papel impreso, dando buena doctrina. En 1955, cuando yo todavía era estudiante de periodismo, consideré esa frase y su fuerte mensaje como un desafío personal. Decidí hacerme del Opus Dei e intentarla poner en práctica.
Años más tarde conocí personalmente al fundador de la Obra. Era muy aragonés, simpatiquísimo, asequible y auténtico. Sus palabras eran siempre de estímulo y de optimismo. Tenía un apasionado amor a la verdad. Recuerdo especialmente su extraordinaria devoción a la Santísima Virgen y su anhelo de colocar a Cristo en la cumbre de todas las actividades humanas. Para Dios, no hay imposibles, solía repetir, y su afán apostólico se concretaba en una idea fuerza: De cien personas, nos interesan las cien.
José Luis Cebrián Boné
Periodista
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Conocí el cristianismo a través del Opus Dei. La magnitud y la riqueza de la Iglesia la conocí ahondando en el cristianismo de la mano del Opus Dei. Eso hace que la importancia que tiene la unidad entre las personas y entre los grupos, dentro de la Iglesia, haya sido algo que en mi caso lo he descubierto ahondando en la enseñanza de don Josemaría Escrivá. No digo que sea algo peculiar de él, pero, de hecho, a una persona que procede, en principio, de fuera de la Iglesia le ayuda el pensamiento de Escrivá.
José Andrés Gallego
Historiador
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Maestro de vida cristiana para decenas de miles de mujeres y de hombres, con un mensaje novedoso, atractivo y de honda raíz evangélica.
Antonio Fontán
Senador y periodista
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Viví durante años muy cerca del Beato Josemaría, y pude advertir un rasgo de su carácter que me llamó la atención, y que pienso que debe ser común a los grandes fundadores: la fortaleza de su ánimo, la firmeza de su espíritu. Gracias a ello pudo mantener sin fisuras una notable seguridad interior, necesaria para afrontar y superar todo tipo de obstáculos -algunos muy graves- en defensa de su vocación divina y del camino de santidad que predicaba. Encontró muchos problemas, y su voluntad de roca le sirvió para superarlos siempre. Aquel ejemplo de amor a la verdad y al deber, así como su confianza en Dios, me ha acompañado toda mi vida.
Alberto de la Hera
Director General de Asuntos Religiosos
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La circunstancia de que no fuera un hombre unidimensional, sino esculpido en las dos vertientes de espacio y tiempo, un español del siglo XX, le transformará paradójicamente en intemporal y ecuménico, un hombre para todas las estaciones.
El pensamiento jurídico de monseñor Escrivá de Balaguer muestra una sintonía profética con muchos de los valores constitucionales. Por de pronto, monseñor Escrivá de Balaguer defendió siempre y en todas partes los derechos fundamentales de la persona.
Rafael de Mendizábal Allende
Magistrado
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Su obra y su vida han cambiado la mía. Me ha enseñado a profundizar en el sentido último de la solidaridad humana, proyectando una luz nueva sobre mi trabajo. Mi dedicación al Derecho y a la universidad hoy las veo como una ocasión de servir a los demás en el encuentro con Dios.
Rafael Navarro Valls
Catedrático
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Tuve la suerte de conocer y de estar muchas veces con el fundador del Opus Dei. Una de las cosas que me vienen a la cabeza al resumir algo de su vida y de su enseñanza es cómo repetía algo que a mí me impactó: Hijos míos, hay que ser humano, que es la única forma de ser divino. Y en esto, como en todo, puedo decir que iba por delante. Era una persona tremendamente cercana, se notaba que le interesaba de verdad todo lo que nos ocurría a quienes le tratábamos, hasta los mínimos detalles. A su lado todo resultaba fácil, sencillo y, al mismo tiempo, nos dejaba claro la exigencia que encierra el fin de lo que él tenía entre manos para transmitirnos qué era el Opus Dei, que supone un compromiso de luchar por vivir las virtudes cristianas y las virtudes humanas en serio, en el trabajo bien hecho con sentido de responsabilidad, tanto en la vida de familia como en la vida profesional, e incluso el trato con nuestros amigos. En lo humano nos dejó como herencia el amor a la libertad y el buen humor.
Covadonga O’Shea
Periodista y escritora
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No sólo para mí, para todo el mundo, las enseñanzas de este nuevo santo han sido una bendición de Dios, especialmente para la juventud, que ha sabido encauzarla fabulosamente. Personalmente, me he leído sus obras y, en alguna ocasión, he publicado algún artículo para ayudar a esclarecer ciertos puntos que realmente la prensa no había sabido plantear como debía. En mi mesita de noche tengo un libro fijo, Camino, que abro de vez en cuando por cualquier página para empaparme de él. Su obra ha reafirmado todas mis creencias, me ha ayudado moralmente y ha sido estímulo en mi trabajo.
Mercedes Salisachs
Escritora
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A mí especialmente me impresionó, y me sigue impresionando, un consejo que él me dio: Hay que perdonar. Sólo perdonando y queriendo se acerca uno a Dios. Y ése es, probablemente, el mayor secreto que se puede tener en la vida de un cristiano. Para mí, san Josemaría es, en el siglo XX, el salto hacia delante más importante que se haya producido dentro de la Iglesia católica, la llamada universal a la santidad. La que hace que cada uno de nosotros, miserables como somos, podamos tener esperanza.
Luis Suárez Fernández
Historiador
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Un 13 y martes de agosto tuve la oportunidad de conocerle en Valladolid personalmente. Me habló del Opus Dei, me habló de la Obra para ver si yo quisiera entregarme al Señor y dije que sí. Desde entonces soy feliz. Desde entonces estoy metido en una obra que todo es santidad y apostolado. Todo lo que aprendí al estar junto a él fue tratar de vivir la santidad en medio del estudio, entonces, y después del trabajo ordinario. De siempre me animó a seguir haciendo apostolado en medio del mundo. Su vida fue alegre, generosa, muy entregada al Señor, muy pegada a la cruz porque sufrió mucho, el Señor permitió que el Opus Dei sufriera mucho especialmente en tiempos en que vivía el fundador.
Jesús Urteaga
Sacerdote
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Para mí el ser del Opus Dei es solamente una cosa: entender mejor la filiación divina. Eso se traduce en cosas concretas: trabajar como hija de Dios, descansar como hija de Dios, rezar como hija de Dios, divertirme como hija de Dios, vivir las penas y alegrías, la salud y la enfermedad como hija de Dios, tratar a las personas (pobres o ricos, listos o torpes, simpáticos o antipáticos) como hijos de Dios. Aparentemente lo mismo de siempre, pero se ve todo con una nueva luz, con la luz de Dios.
Alex Regojo
Club Zayas
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La aportación más notable del Beato Escrivá de Balaguer es, a mi juicio, la de la santificación del trabajo profesional.
No se debe imaginar el trabajo sólo como fuente de dinero, para cohesionar la familia, para alcanzar prestigio social, para desarrollar sus capacidades, para satisfacer sus desordenadas pasiones, o incluso para contribuir al progreso social. Hay más motores del trabajo. Santiago Ramón y Cajal consideraba que uno, muy poderoso, era el de contribuir a la gloria nacional, y Paul A. Samuelson opina que el mayor acicate para el científico se encuentra en la avidez de la gloria derivada de la admiración de sus colegas. Escrivá de Balaguer le da otra trascendencia: Os aseguro que, si nos empeñamos diariamente en considerar (…) nuestras obligaciones personales como requerimiento divino, aprenderemos a terminar la tarea con la mayor perfección humana y sobrenatural de que seamos capaces.
Juan Velarde Fuertes
Economista
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Conocí al Beato Josemaría Escrivá a principios de 1940, cuando yo apenas tenía 21 años, y aquel mismo día le pedí la admisión al Opus Dei, porque ya conocía su mensaje por lo que después sería Camino, y entonces era un folletito. Y ese mensaje me impactó; luchar por la santidad, que todo cristiano debe buscar sin salir del mundo, en el ejercicio del propio trabajo profesional. Esto cambió mi vida para siempre.
Al margen de todas las virtudes humanas y sobrenaturales que poseía, que eran muchas, su cariño con todos, su buen humor, su amor a la libertad, lo que a mí me quedó es que era un hombre empeñado en cumplir la misión que Dios le había encomendado. Transmitir el mensaje de la llamada universal a la santidad y la fundación del Opus Dei, y esto lo hizo a pesar de todas las dificultades que tuvo que superar, dificultades de las que alguna vez fui testigo y que, desde luego, fueron muchísimas.
Rafael Termes
Presidente del IESE
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Las enseñanzas del Beato Josemaría me han ayudado a darle otra dimensión al trabajo que, en mi caso, es el atletismo. De él he aprendido que la profesión es un medio para alcanzar la perfección cristiana. Me parece que la canonización puede servir para profundizar más en la figura y el mensaje del Beato Josemaría y darlo más a conocer.
Isaac Viciosa
Atleta
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Tenía una inmensa fe en Jesucristo vivo. Algo que está reflejado en las páginas de su libro Camino, que fue donde primero lo leí, y después en su propia enseñanza personal. Una convicción práctica vital de que Jesucristo no es sólo un personaje histórico, sino alguien que resucitó y que vive entre nosotros.
Juan Pablo de Villanueva
Director de la Gaceta de los Negocios